OpinanDO
Nuestros «locos» de confianza
Al barrio lo representan: el colmado, la fritura, el «coro» de la esquina y el loco. No hay barrio del mundo que no tenga su loco (enfermo mental) que lo identifica. Es más, creo que hay una ley divina que exige, que por cada diez kilómetros de distancia debe haber un loco. Pero no un loco cualquiera, uno con características propias, un loco genuino, diferente a todos los otros «locos».
En la zona oriental -para ser mas especifico en Los Mina- ha habido locos inolvidables, locos irrepetibles, hasta se puede decir que «locos queridos», sí; porque en nuestros recuerdos ellos guardan un lugar de nostalgia.
En el tiempo que me tocó vivir en ese populoso barrio, anos 60’s, 70’s, 80’s y hasta los finales de los 90’s; allí conocí locos muy pintorescos. ¿Quién de mi tiempo no se acuerda de Jimmy, un loco obeso, pequeño y con un «rampano» en la pierna izquierda, la cual siempre vivía amarrada con un trapo?.
Jimmy era un loco retrasado, este personaje con una gordura «elanfantastica» (no se si estoy creando esta palabra), era un loco querido por todo el mundo. «Mansue» el loco, este era un hermano del chino «El quemao», que vivía frente a la iglesia, en la esquina de la San Vicente con Santa Luisa de Marillac.
Mansué era un loco paranoico, hasta llegaba a decir que su mamá, le vivía echando oréganos y ajíes a la comida para envenenarlo. Era además depresivo, nunca olvido lo que decía cuando se incomodada, «si hago algo e malo, sino hago también, cualquiera se va al cementerio para que le den una púñalá».
Estaba la loca Hilda, era mujer fina de raza blanca, flaca y de cabeza descuidada, que también vivía en la San Vicente de Paúl. Esta hacia feliz a los «tigüeres del barrio», desde que se tomaban dos cervezas se volvían mas loco que ella y «le entraban». Esta loca tenia la característica de que vivía jugando con saliva. No se cansaba de hacer esto y cuando salió la canción «Penélope», recordaba a la perfección a «Hilda la loca».
También el mudo «Maná», pero no sé porque todos lo trataban como un loco, este era un bailarín folclórico, boxeador, karateca y hasta medio ladrón. El «cienciólogo» que era el loco mas conocido de la zona, era un loco que andaba vestido de general.
Otro muy pintoresco era «el ingeniero», a este lo recuerdo porque en el tiempo que nos desalojaron de la franja de la San Vicente para hacerla de dos vías, a raíz de la construcción del puente que empalmó a «La 17» con la San Vicente. Pues bien, este loco andaba con saco y maletín, y en tiempo del desalojo se hizo protagonista por un lío que armó.
Encontró a la brigada de hombres que estaban trabando en el desalojo y les voceó, «oigan ¿que ustedes están haciendo?, ¿por que carajo todavía no han tumbado esta propiedad?, y agarró una maceta y le entró a golpes a la estructura del colmado de «Fofo». Los trabajadores al ver al ingeniero en esto se fueron ayudarlo. A la hora llegó un ingeniero y preguntó ¿quién había autorizado a demoler dicha propiedad? y los trabajadores dijeron que «el ingeniero»; el verdadero ingeniero se agarró la cabeza al ver que los trabajadores habían tumbado una casa que no estaba en proyecto y todo por culpa de un «maldito loco».
El autor Víctor Reyes es humorista
@VictorReyesP en Twitter
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