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La luz de Navidad llega a La Ensenada en Bonao
Por primera vez en 50 años, la energía eléctrica llegó al paraje «La Ensenada«, gracias a la inversión social del Grupo Popular, junto a otras organizaciones públicas y privadas, que pudieron hacer posible la construcción de una microcentral hidroeléctrica, que proporciona energía limpia a las 72 familias de la zona.
Esta comunidad del municipio de Piedra Blanca, en Monseñor Nouel, es de muy escasos recursos. El 80% de sus pobladores vive en condiciones de pobreza extrema y sus únicos ingresos provienen de la agricultura de subsistencia con el cultivo de café, frutales, chinola y orégano.
Su población habita en viviendas de piso de tierra y paredes de tabla de palma real y manacla, techadas con zinc. La luz eléctrica dignificará de forma sustancial sus difíciles condiciones de vida y creará oportunidades para mejorar el trabajo productivo, la educación de los niños y la forma de comercializar los productos agrícolas.
Localizada en una loma a 15 kilómetros de la Autopista Duarte, en la periferia del Parque Nacional Eugenio de Jesús Marcano, este paraje tendrá navidades llenas de colores, además de una mejora sustancial de su calidad de vida y una puerta abierta al desarrollo sostenible.
Al lugar viajó un grupo de empleados de la empresa que compartió con estas familias el espíritu navideño, entregándoles regalos y prendiendo el primer árbol de Navidad en esta comunidad.
En este encuentro festivo y lleno de emociones, las más de 70 familias que conforman esta comunidad disfrutaron de obsequios, brindis y música.
Asimismo, los niños vivieron una tarde divertida e inolvidable en la que jugaron y cantaron, recibieron regalos de parte de Santa Claus y compartieron su alegría sobre esta nueva experiencia de tener luz en sus casas.
Luego de una tarde llena de la magia navideña, por fin llegó el momento que la gente de La Ensenada estaba esperando: el encendido de su primer árbol de Navidad, un imponente pino natural lleno de luces blancas y adornos de colores, que daba cobijo a un pesebre con la figura del Niño Jesús, elaborada como un típico charamico dominicano.
“Antes usábamos lámparas y el humo molestaba, pero ahora todo es más fácil, porque tenemos bombillos”, contó Tracy Tineo, de ocho años, una niña que confiesa estar feliz, pues ahora La Ensenada, su comunidad, por primera vez ha visto la luz.
Este proyecto, es el esfuerzo conjunto de entidades públicas y privadas, como la Unidad de Electrificación Rural y Suburbana (UERS), Programa de Pequeños Subsidios del Fondo Para el Medio Ambiente Mundial (PPS-SGP/FMAM/PNUD) y varias organizaciones comunitarias que, aprovechando las aguas del Cerro Montoso, provenientes de la cuenca alta del río Yoboa, construyeron la iniciativa que aporta 31 kilovatios de energía limpia, suficientes para suplir las necesidades actuales de la localidad.
Se requirieron más de cuatro años de trabajo y una inversión superior a los RD$16.8 millones. Esta comunidad, de difícil acceso en vehículos todoterreno por un camino vecinal, es una de las más necesitadas de todo el país.
[Vean el vídeo y seguro se emocionarán]
“Gracias a la electricidad, que se convertirá en una herramienta muy positiva de inclusión social para reducir la pobreza y generar riqueza y bienestar de modo sostenible, aprovechando los recursos disponibles y las capacidades humanas de los pobladores en esta comunidad”, expresó José Mármol, vicepresidente ejecutivo de Relaciones Públicas y Comunicaciones del Banco Popular.
Durante el acto de inauguración de la microcentral hidroeléctrica Mármol enfatizó que, gracias a la energía, “la educación será más eficiente y garantizará un mejor futuro a las nuevas generaciones de esas comunidades”.
Allí solo existe la Escuela Alto del Naranjo, con un único salón de clases multigrado, desde inicial hasta el cuarto grado de educación básica, donde una veintena de niños son atendidos por un maestro rural.
Los padres que deciden que sus hijos sigan estudiando los envían a vivir donde un familiar en los municipios de Bonao o Piedra Blanca. No cuentan con servicios médicos de atención primaria.
Los pobladores de allí son conscientes de que han de hacer un uso responsable de la energía que llega a sus hogares y, para asegurar su abastecimiento, deben continuar los esfuerzos en materia de reforestación, como garantía para mantener el caudal que alimenta la hidroeléctrica.
Cristina Cortorreal -presidenta del Comité Amor con Energía- líder comunitaria de la zona, expresó su agradecimiento a todas las personas que han cooperado para que su comunidad pueda ver la luz.
El espíritu de cercanía y solidaridad, que motivó al Banco Popular a destinar parte de su inversión social a este proyecto, les hizo regresar a la localidad, pero en esta ocasión, para entregar un regalo sorpresa con motivo de la Navidad.
Así, gracias a la energía limpia proporcionada por la referida hidroeléctrica, quedó oficialmente inaugurada la Navidad de estas familias que, sin duda, será una llena de luces, esperanzas y sueños de desarrollo.