Avanzado deterioro puentes peatonales pone en peligro a la población

El paso de los años y la ausencia total de mantenimiento han convertido los puentes peatonales de la avenida Máximo Gómez con 27 de Febrero y la John F. Kennedy, en una amenaza permanente para las personas que los usan, así como para los automovilistas que cruzan debajo de ellos.

Desde hace dos meses comenzaron a desprenderse los cables de acero que sostienen la estructura del ubicado en la Kennedy con Gómez, debido a la corrosión en su base y pueden verse balanceándose con el viento. De los dos este es el que presenta el mayor nivel de deterioro.

Falta de chequeo a los cables de soportes, de pintura, de trabajo de herrería para la reparación de algunas barandas, arreglo de la calzada de concreto, iluminación, descuidos en las jardineras y aéreas verdes. Bases de concreto y metal totalmente oxidada son solo algunas de los elementos comunes en que afectan ambas estructuras.
A pesar de que varios medios de comunicación han resaltado, durante los últimos meses, el nivel de deterioro y el peligro que representan para la población, el Ministerio de Obras Públicas ni ninguna otra entidad gubernamental se ha interesado en el problema.

Lo que hace una década parecían poderosas obras arquitectónicas, se encaminan a convertirse en monumentos de óxido, con alto nivel de peligrosidad.

Estos peatonales tipo pasarela fueron inaugurados en julio del 2004, con una inversión de 75 millones 720 mil 297 pesos, y en la actualidad también son usados por niños y adultos para pedir limosna en el día, mientras en la noche se amontonan allí indigentes, adictos y uno que otro delincuente, indica El Nacional.

En las últimas semanas, tres de los cables de la plataforma central de la estructura peatonal de la pasarela de la Kennedy con Gómez, se han roto por la oxidación en la base que une los cables con la plataforma de acero y concreto llamando la atención de los peatones que piensan que una obra para salvar vida podría convertirse en un peligro público.

“No creo que por esos cables rotos se vaya a caer, pero si debe llamar la atención del Gobierno ya que eso indica que no se le está dando mantenimiento y en un futuro sería un problema”, expreso Juan Antonio Rosario empleado bancario.

Casi todas las bases de metal se encuentran oxidadas debido principalmente a que son usadas como orinales públicos por los vendedores del lugar. La calzada está deteriorada y cuando llueve se llena de agua dificultando caminar por el lugar.

En el puente ubicado en la Máximo Gómez con 27 de Febrero, aunque de diseño diferente se encuentra en una situación similar. Sus escalinatas y barandas tiene óxido extremo. Además su arco principal cambió de color debido a la corrosión, el óxido y la falta de pintura.

Algunos peatones prefieren arriesgarse a cruzar por las vías y enfrentarse al peligro de los automóviles a alta velocidad, para no ser víctima de los asaltantes que operan sobre estos peatonales.

Sismólogo

El ingeniero y especialista en sismología Leonardo Reyes Madera había advertido al Ministerio de Obras Públicas, el pasado 5 de julio, el peligro que representaba el deterioro de estas pasarelas.

Mostró imágenes sobre la oxidación en la base de los cables, que dos semanas después comenzaron a desprenderse del ubicado en la Gómez con Kennedy.

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