{"id":93366,"date":"2020-09-05T15:57:24","date_gmt":"2020-09-05T19:57:24","guid":{"rendered":"https:\/\/idominicanas.com\/?p=93366"},"modified":"2020-09-05T23:17:24","modified_gmt":"2020-09-06T03:17:24","slug":"cuales-eran-la-responsabilidad-y-el-encanto-de-el-gordo-oviedo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.idominicanas.com\/cuales-eran-la-responsabilidad-y-el-encanto-de-el-gordo-oviedo\/","title":{"rendered":"La responsabilidad y el encanto de \u201cEl Gordo Oviedo\u201d"},"content":{"rendered":"

Jos\u00e9 Ernesto Oviedo Landestoy (El Gordo Oviedo) parti\u00f3 el pasado viernes, tras ser vencido por dos afecciones cr\u00f3nicas, cuando era atendido en Corazones Unidos.<\/p>

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Tras el vac\u00edo que produce la informaci\u00f3n del deceso, una oleada de recuerdos atesorados recorre pasillos de la memoria de quienes compartieron con \u00e9l luchas y afanes.<\/p>\n

Proveniente de una familia acomodada de Azua, Jos\u00e9 Ernesto, se entreg\u00f3 desde sus 16 a\u00f1os a la lucha antitrujillista, a pesar de que su padre fue gobernador de Azua nombrado por el dictador -en los a\u00f1os 60\u00b4s- se hizo militante del Movimiento Revolucionario 14 de junio, y en 1968 ingresa a L\u00ednea Roja del Movimiento 1J4, hasta su desaparici\u00f3n y nacimiento del Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD), del cual fue fundador.<\/p>\n

Fue una figura carism\u00e1tica en espacios de la Universidad Aut\u00f3noma de Santo Domingo (UASD) en los a\u00f1os 70\u00b4s con debates, en torno a los cuales se agolpaban decenas, de estudiantes para escuchar sus an\u00e1lisis, ricamente documentados y expuestos con un delicioso sabor de conocimiento de las geopol\u00edticas internacionales, durante las cuales disfrutaba y hacia disfrutar a todos de sus exposiciones. \u00a0Tal y como habr\u00eda proclamado Jimmy Sierra (EPD): \u201cYo estuve all\u00ed\u201d.<\/p>\n

Quienes presenciamos esos debates, lastimeramente inexistentes al d\u00eda de hoy, supimos del valor de intercambio de las ideas con un sentido de vivencia, lejos de los espect\u00e1culos de controversia televisivos, sin procurar nada mas que exponer ideas y formar criterio con ello a quienes prestaban atenci\u00f3n in situ.<\/p>\n

De cuanto se ha escrito sobre \u00e9l, seleccionamos dos contenidos, ambos producidos desde el fondo de los sentimientos y admirables en su presentaci\u00f3n:<\/p>\n

Jeannette Miller,<\/em> poeta y Premio Nacional de Literatura 2011, ha producido un texto titulado \u00abLa muerte no tiene la \u00faltima palabra\u00bb:<\/p>\n

\u201cNunca me refer\u00ed a Jos\u00e9 Ernesto como \u00abel gordo Oviedo\u00bb. Para m\u00ed fue, desde que tengo memoria, Jos\u00e9 Ernesto Oviedo Landestoy, el hijo mayor de Bethania y Ernesto, con quien nos prohib\u00edan jugar a mis hermanas y a las Villalona, porque dec\u00eda frases muy adelantadas para esa \u00e9poca, entre las que destacaba: \u00abCuidado, ni\u00f1as que vengo lleno de maldad<\/em>\u00ab, aprendida de su primo, y luego t\u00edo pol\u00edtico, Eddy Brea, en esas noches de fiesta en que arrasaban con las quincea\u00f1eras que asist\u00edan a \u00abEl Golfito\u00bb, muchas de ellas esperando que uno de esos dos \u00abgallos\u00bb, enfundados en etiqueta tropical, las sacaran a bailar.<\/p>\n

Luego particip\u00f3 en la izquierda revolucionaria y fue testigo directo de importantes acontecimientos de nuestra historia.<\/p>\n

Ahora veo en perspectiva c\u00f3mo el paso del tiempo lo hizo crecer como ser humano, permiti\u00e9ndole conjugar su posici\u00f3n pol\u00edtica con una formaci\u00f3n que muchos ignoran y que abarcaba no solo ideolog\u00eda, sino literatura, cine, filosof\u00eda, m\u00fasica… sin que sus conocimientos lo llevaran a adoptar una posici\u00f3n de engreimiento.<\/p>\n

Amigo de \u00abtodos y todas\u00bb, Jos\u00e9 Ernesto, era conocido y querido por personas de distintos niveles y posiciones. La calidad de sus escritos est\u00e1 probada en los art\u00edculos que public\u00f3 en distintos diarios nacionales.
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Dibujo de Maya Oviedo Doucoudray \/ CORTESIA DE LA FAMILIA<\/p><\/div>
\nSin embargo, dej\u00f3 in\u00e9dito un importante libro que trataba el per\u00edodo post-Trujillo, con detalles sobre acontecimientos que todav\u00eda no se han dado a conocer.<\/p>\n

Amigo de Lula y de V\u00edctor V\u00edctor, admirador de AMLO y de Luis D\u00edaz, Jos\u00e9 siempre compart\u00eda una sonrisa que serv\u00eda de tel\u00f3n de fondo a los chistes llenos de palabras \u00abinconvenientes\u00bb que hac\u00eda.<\/p>\n

Hace poco me llam\u00f3 por tel\u00e9fono para decirme lo mucho que le hab\u00eda gustado mi novela Color de piel. Sus opiniones fueron tan acertadas que de nuevo qued\u00e9 sorprendida ante una capacidad que se iba descubriendo poco a poco y que me pon\u00eda frente a un analista como pocos.<\/p>\n

No s\u00e9 si nuestras coincidencias eran producto de una ni\u00f1ez compartida en San Juan Bosco, de la que todav\u00eda guardamos valores esenciales como la verdad, la bondad y una belleza que nace de las dos primeras.<\/p>\n

No voy a hablar de nuestras familias ni tampoco de las amistades en com\u00fan. Solo quiero decir que hoy, que Jos\u00e9 Ernesto Oviedo Landestoy queda en nuestra historia como un personaje clave para entender la evoluci\u00f3n de un pa\u00eds despu\u00e9s de una dictadura de 31 a\u00f1os, no solo por su participaci\u00f3n y registro de hechos claves que importan a la posteridad, sino por la estatura de una humanidad que fue paulatinamente cambiando hasta llegar a la convicci\u00f3n de que los verdaderos ejes existenciales son la paz y el amor.<\/p>\n

Querido hermano, que la luz de Dios est\u00e9 siempre contigo, pues sabemos muy bien que la muerte no es la \u00faltima palabra\u201d.<\/p>\n

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El otro texto es de Arielina Oviedo Landestoy, profesora universitaria de lengua espa\u00f1ola, gestora cultural y directora del Grupo de Intercambio Literario Caf\u00e9 Macondo, que dice: \u201cCon tu particular e inigualable sentido del humor, siempre dijiste que quer\u00edas llegar a los 70 a\u00f1os, la edad que vivi\u00f3 Ernesto, nuestro padre, y le ganaste con 5 m\u00e1s.<\/p>\n

Gracias a Dios, o a la vida, por haberme dado el privilegio de haber sido tu hermana menor, \u00abla montro\u00bb,<\/em> como me dec\u00edas cuando no entend\u00edas mi forma de ser.<\/p>\n

\u00a1Qu\u00e9 l\u00e1stima que no se cumpliera la predicci\u00f3n de nuestro hermano Carlos: \u201cNo te apures, que \u00e9l nos va a enterrar a los dos; t\u00fa lo ver\u00e1s\u201d, cuando me preocupaba por \u201ctu mala salud de hierro\u201d, \u00a1como dec\u00edas!<\/p>\n

Me har\u00e1s una falta incre\u00edble.<\/p>\n

\u00bfA qui\u00e9n le preguntar\u00e9 ahora, aquello que desconoc\u00eda y t\u00fa siempre sab\u00edas; con qui\u00e9n pelear\u00e1s por no entender tus letras jerogl\u00edficas?<\/p>\n

Descansaste ya de esta absurda vida, que tanto disfrutaste, gozaste y supiste bien vivir.<\/p>\n

\u00a1Vete en paz, Jos\u00e9 Ernesto, hermano admirado y amado!<\/p>\n

Tu luz siempre brillar\u00e1 e iluminar\u00e1 nuestras vidas, las de tus hijos, Jos\u00e9 Carlos y Dilia Virginia, la de tus familiares y las de tus amigos y amigas.\u00a0 Te amar\u00e9, mi Gordo. Arielina\u201d.<\/p>\n\n

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