gastronom\u00eda dominicana<\/strong> y incentivar a la poblaci\u00f3n a elaborar este producto, ideal para compartir y para coronar nuestro men\u00fa de Nochebuena y A\u00f1o Nuevo.<\/p>\nDesde su nombre, el bizcocho alude a los buenos deseos que los dominicanos intercambian cada Navidad, hasta la mezcla de productos aut\u00f3ctonos como su receta, es un componente de las festividades que, como se demostr\u00f3 el a\u00f1o pasado, deleita el paladar de todo el que lo consume.<\/p>\n
Adem\u00e1s, el pastel rinde honor a productos propios de nuestra culinaria, como la batata y el higo, que son los principales ingredientes, ron, melaza, miel, ciruela, zanahoria y mandarina, entre otros.<\/p>\n
Como la idea de compartir y que la poblaci\u00f3n haga el bizcocho, la receta siempre ha estado a disposici\u00f3n de la poblaci\u00f3n, que tiene la libertad de a partir de ella crear su propia versi\u00f3n, decorarlo a su gusto y formar parte de una receta que se espera llegue a ser parte de las tradiciones navide\u00f1as dominicanas.<\/p>\n
La leyenda del \u201cbizcocho de la prosperidad\u201d naci\u00f3 de una familia dominicana de muy bajos recursos, cuyo principal sustento ven\u00eda de la producci\u00f3n de un conuco de batatas. Unas navidades la cosecha fue tan baja que para elaborar la cena de Nochebuena solo contaban con unos cuantos ingredientes.<\/p>\n
Por esa raz\u00f3n, decidieron preparar un pastel hecho a base de batatas como el manjar principal de la fiesta. Antes de cenar, la familia decidi\u00f3 dar un paseo para escuchar los villancicos y contagiarse del esp\u00edritu navide\u00f1o. En su camino se encontraron con un anciano quien vest\u00eda harapos y luc\u00eda hambriento. En ese momento decidieron regalarle el bizcocho que hab\u00edan guardado con tanto anhelo para la cena.<\/p>\n
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