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Se\u00f1or Rafael N\u00fa\u00f1ez Grassals,
Maestro de generaciones de periodistas
de la Universidad Aut\u00f3noma de Santo Domingo<\/p>\nSus manos.<\/p>\n
Querido Maestro:
Cuando le conocimos en la Universidad Aut\u00f3noma de Santo Domingo (UASD), en las d\u00e9cadas de 1970 y 1980, la sociedad dominicana no estaba muy articulada en torno a la urgencia de mejoras en el proceso ense\u00f1anza-aprendizaje. Mucho menos hab\u00eda cerrado filas en la exigencia del 4% para la educaci\u00f3n.<\/p>\n
El sempiterno reclamo era un mayor presupuesto para la Casa de Altos Estudios y la interrupci\u00f3n de las clases por el t\u00f3xico e insoportable hedor de las bombas lacrim\u00f3genas, la realidad cotidiana de quienes muchas veces tuvimos de huir por temor a caer asesinados.<\/p>\n
Eran tiempos de ba\u00f1os sucios, de comida barata y grasienta, de aulas superpobladas, de m\u00faltiples grupos de estudiantes que con muy alta frecuencia interrump\u00edan la docencia para vociferar consignas; de calor excesivo, de escribir a mano. En fin, fueron los tiempos de la denominada \u201cinteligencia gris\u201d, de aprender lecciones a trav\u00e9s de folletos y fotocopias.<\/p>\n
Nuestro mundo parec\u00eda peque\u00f1o: poseer una maquinilla Royal, Olimpia o Remington y saber usarla, era m\u00e1s que un privilegio; una grabadora de casetes port\u00e1til, casi un sue\u00f1o; tener una imagen de periodista (porque entonces la idea del \u201ccomunicador social\u201d era bastante et\u00e9rea), una utop\u00eda; serlo y vivir de ello, un verdadero logro.<\/p>\n
Cuando le conocimos, profesor N\u00fa\u00f1ez Grassals, apenas surg\u00edan fermentos de la tecnolog\u00eda inform\u00e1tica: las computadoras se reduc\u00edan a las famosas perforadoras de tarjetas, el uso masivo de la Red Internet era impensable; y ni qu\u00e9 decir de las c\u00e1maras digitales o del formato de audio denominado mp3. Sin embargo, como ahora, hab\u00eda muchos docentes, pero muy pocos maestros.<\/p>\n
Quiso Dios que le conoci\u00e9ramos a usted, que fu\u00e9ramos sus disc\u00edpulos y tras descifrar -no sin mucho esfuerzo- su parsimonia, su hablar bajito y pausado, su amor por la \u00e9tica y su vocaci\u00f3n definitiva por el correcto uso del lenguaje en la redacci\u00f3n period\u00edstica y por la disciplina en el aula, aprendimos a aprender lo que usted quer\u00eda ense\u00f1arnos: excelencia acad\u00e9mica, profesional y moral.<\/p>\n
De usted nos quedaron no s\u00f3lo la pir\u00e1mide invertida, la redacci\u00f3n clara y concisa y el correcto manejo del Periodismo de Opini\u00f3n y otros g\u00e9neros, sino lo m\u00e1s importante: los valores y principios que han propiciado que, cuatro d\u00e9cadas despu\u00e9s, ninguno de nosotros haya incurrido en conductas anti\u00e9ticas que desprestigien su hacer profesional.<\/p>\n
Cada a\u00f1o llegan a la Escuela de Comunicaci\u00f3n Social de la UASD y a otras academias, cientos de muchachos y muchachas con el sue\u00f1o de aprender y hacer carrera; y cada a\u00f1o vuelven a encontrarse con muchos docentes, pero con pocos maestros.<\/p>\n
Maestro: Usted hace mucha falta en las aulas universitarias y en los medios de comunicaci\u00f3n. Le necesitan esos j\u00f3venes que exhiben gran destreza al \u201cchatear\u201d, \u201cbibear\u201d, \u201cpostear\u201d y \u201ctaguear\u201d, pero que apenas conocen el idioma y la redacci\u00f3n, y muy poco entienden de combatir la corrupci\u00f3n desde la comunicaci\u00f3n masiva.<\/p>\n
Y, como fuente inagotable de lecciones de rectitud y excelencia, nos hace falta a nosotros, sus eternos alumnos y alumnas de la Gerencia de Comunicaci\u00f3n del Seguro Nacional de Salud (SeNaSa). \u00a1Que Dios nos conceda el milagro de sanarlo, profesor N\u00fa\u00f1ez Grassals!<\/p>\n
\u00a1Elevamos votos para que el Todopoderoso obre por Usted, Maestro!<\/p>\n
Carlos Rodr\u00edguez, C\u00e1ndida Figuereo, Luchy Placencia y Edgar Valenzuela<\/p>\n\n
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Queremos compartir con ustedes una carta que le fue llevada al maestro Rafael N\u00fa\u00f1ez Grassals a CEDIMAT, en la Plaza de la Salud, donde se encuentra hospitalizado. La misiva fue recibida por su esposa, se\u00f1ora Lilian Santana y la destacamos, ya que en estos tiempos, \u201cque los j\u00f3venes que exhiben gran destreza al \u201cchatear\u201d, \u201cbibear\u201d, […]<\/p>\n","protected":false},"author":2,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_jetpack_memberships_contains_paid_content":false,"footnotes":"","jetpack_publicize_message":"","jetpack_publicize_feature_enabled":true,"jetpack_social_post_already_shared":true,"jetpack_social_options":{"image_generator_settings":{"template":"highway","enabled":false},"version":2}},"categories":[1],"tags":[],"class_list":["post-18247","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-uncategorized"],"jetpack_publicize_connections":[],"jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_featured_media_url":"","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/www.idominicanas.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/18247"}],"collection":[{"href":"https:\/\/www.idominicanas.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/www.idominicanas.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.idominicanas.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/2"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.idominicanas.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=18247"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/www.idominicanas.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/18247\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/www.idominicanas.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=18247"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.idominicanas.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=18247"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.idominicanas.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=18247"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}