{"id":1389,"date":"2016-08-26T14:55:00","date_gmt":"2016-08-26T18:55:00","guid":{"rendered":"http:\/\/idominicanas.com\/\/escuela-gajo-de-monte-enfrentada-al-descuido-oficial-en-cordillera-centra\/"},"modified":"2017-02-13T02:52:21","modified_gmt":"2017-02-13T06:52:21","slug":"escuela-gajo-de-monte-enfrentada-al-descuido-oficial-en-cordillera-centra","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.idominicanas.com\/escuela-gajo-de-monte-enfrentada-al-descuido-oficial-en-cordillera-centra\/","title":{"rendered":"Una escuela en Gajo de Monte enfrentada al descuido oficial"},"content":{"rendered":"
En esa cadena de monta\u00f1as que se ve azul desde Padre Las Casas, en ese pedazo de cordillera atravesado por un sendero ind\u00f3cil y sinuoso, bordeado de hondonadas y despe\u00f1aderos, y a cada paso envuelto en la sonrisa de los manantiales, est\u00e1 Gajo de Monte, una taciturna comunidad de seiscientos habitantes y casi cien a\u00f1os de existencia.<\/p>
All\u00ed hay una escuela que, a falta de espacio, tuvo que ser partida en dos pedazos: uno funciona en una edificaci\u00f3n construida por el Ministerio de Educaci\u00f3n en 2011, el otro en una peque\u00f1a iglesia prestada en el alto de una colina, detr\u00e1s de una ca\u00f1ada sin nombre detalla el periodista Vianco Mart\u00ednez<\/b>.<\/p>\n
La escuela Tom\u00e1s Delgado -as\u00ed se llama en tributo al hombre que don\u00f3 el terreno donde se levant\u00f3- va de inicial a segundo de bachillerato.<\/p>\n
\nCuando se empez\u00f3 a levantar \u00abla zapata\u00bb de la escuela, los padres de los alumnos y los mismos maestros le advirtieron que el centro iba a resultar peque\u00f1o para alojar a los estudiantes de Gajo de Monte, Majaguita, El Lim\u00f3n, Botoncillo, El Jobal, Los Vallecitos, Mata de Caf\u00e9 y Las Lajas, que ya en ese momento rondaban los cien.<\/p>\n
Pero nadie tuvo tiempo de detenerse a escuchar a los hijos de la monta\u00f1a y ah\u00ed est\u00e1n los resultados: una escuela f\u00edsicamente deficitaria que, por sus limitaciones de espacio y de personal, cada d\u00eda tiene que apelar a la imaginaci\u00f3n de los maestros para salir airosa de su jornada.<\/p>\n
En la peque\u00f1a iglesia reciben clases cuarenta estudiantes -15 de primero y 25 de segundo- el resto va a la escuela levantada por las autoridades, una edificaci\u00f3n desbordada desde el primer d\u00eda que la entregaron.<\/p>\n
\u201cEn total, en los dos locales tenemos cuatro aulas; pero no son suficientes para alojar toda la matr\u00edcula, que hoy en d\u00eda es de 153 alumnos\u201d, dice Arismendi Cabrera Cedano, director del centro.<\/p>\n
\nLa escuela de Gajo de Monte la hicieron a rega\u00f1adientes y, en medio de la construcci\u00f3n, le fueron regateando pedazos. Le quitaron un aula, le redujeron los ba\u00f1os, le quitaron el dormitorio de los maestros, le anularon la mitad de la valla perimetral, y se la cambiaron por una alambrada de p\u00faas, a pesar del peligro que representa en un lugar lleno de ni\u00f1os.<\/p>\n
Al final qued\u00f3 esto, un centro hecho de pedazos rotos, diezmado por la improvisaci\u00f3n y mutilado por la falta de visi\u00f3n y el menosprecio con que las autoridades han tratado siempre a las comunidades de la sierra.<\/p>\n
La iglesia donde se imparten el primero y el segundo de bachillerato es una vieja construcci\u00f3n de madera. All\u00ed labora la profesora Elizabeth Alc\u00e1ntara, quien viaja de Guayabal, bordeando cada lunes las caderas de la monta\u00f1a y tiene en sus ojos la larga noche que le prest\u00f3 la cordillera. Cuando se sienta frente a sus muchachos con una tiza en la mano, se sienta frente al futuro, pero su lucha por educar a los hijos de la monta\u00f1a se hace cada d\u00eda m\u00e1s dif\u00edcil.<\/p>\n
\u201cMi aula est\u00e1 en muy mal estado. No tiene agua ni luz ni espacio suficiente, y cuando los alumnos y maestros tenemos que hacer una necesidad, debemos ir a la letrina de un vecino.\u201d<\/p>\n
\nEntre los alumnos de la profesora Elizabeth hay una muchacha llena de silencios llamada Yeil\u00edn Delgado que cursa el primer a\u00f1o del bachillerato y que quiere ser ingeniera. Tiene 15 a\u00f1os y un bosque de pino anochecido sembrado en la sonrisa.<\/p>\n
Yeilin vive en Los Vallecitos, una comunidad que queda muy lejos de su escuela. \u201cSalgo en mulo tempranito en la ma\u00f1ana para poder llegar a las 8:00. Me tomo m\u00e1s de una hora en el camino y casi siempre voy sola. Si llueve duro m\u00e1s tiempo porque el camino se pone muy malo, hasta para andarlo en animales. A veces vengo con un compa\u00f1ero de estudios pero cuando \u00e9l se va a la loma a sembrar tengo que venir sola. Estudiar aqu\u00ed es muy duro porque no tenemos ninguna facilidad y las cosas cada vez est\u00e1n peores.\u201d<\/p>\n
El liceo de Gajo de Monte no tiene c\u00f3digo, lo que lo hace depender de un centro en el Distrito Municipal Las Lagunas, donde el director, Crucito Santos Guzm\u00e1n, le hace el favor de suplirle algunos materiales educativos, gastables y de limpieza, sacrificando una parte de los RD$75,000 que recibe como presupuesto.<\/p>\n
Esa ayuda no puede ser muy grande pues, adem\u00e1s de sus propias necesidades, Las Lagunas tambi\u00e9n tiene que cubrir las de la escuela de El Roblito, inaugurada en enero de 2012 y que tampoco le han asignado un c\u00f3digo para que exista en el sistema oficial con todas las de la ley.<\/p>\n
Rosel\u00edn Alc\u00e1ntara -profesor del centro- resalta el problema que esto entra\u00f1a: \u201cAl no tener c\u00f3digo, este centro es como una sucursal de otro, as\u00ed que no podemos pedirle nada al Distrito Escolar y tenemos que esperar que otro centro resuelva esa situaci\u00f3n, en este caso de Las Lagunas, que no tiene muchos recursos y a veces no conoce nuestras necesidades\u201d.<\/p>\n
Expertos en escuelas olvidadas<\/u>
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\nLos maestros de la monta\u00f1a son expertos en escuelas olvidadas y aqu\u00ed est\u00e1 el profesor Dami\u00e1n Alc\u00e1ntara para atestiguarlo:<\/p>\n
\u201cAqu\u00ed, en Gajo de Monte, no hay un liceo, sino un pedazo de liceo que apenas llega a segundo. Nosotros empezamos a dar el primero de bachillerato en sillas pl\u00e1sticas, en una iglesia que nos prestaron all\u00e1 arriba. Los estudiantes ten\u00edan que escribir apoy\u00e1ndose en las piernas.\u201d<\/p>\n
\u201cEmpec\u00e9 dando todas las materias solo; soy maestro de Lengua Espa\u00f1ola y tuve que enfrentarme con matem\u00e1ticas, con qu\u00edmica, f\u00edsica; estaba dando ocho materias solo; ten\u00eda demasiada carga y pedimos una maestra de matem\u00e1ticas. Nos mandaron una, pero como quiera seguimos trabajando forzados porque ella es de matem\u00e1ticas, yo de lengua espa\u00f1ola y tenemos que enfrentarnos con qu\u00edmica, con sociales, educaci\u00f3n f\u00edsica, art\u00edstica, formaci\u00f3n humana, y nosotros no somos de esas \u00e1reas.\u201d<\/p>\n