{"id":106650,"date":"2023-04-06T12:18:58","date_gmt":"2023-04-06T16:18:58","guid":{"rendered":"https:\/\/www.idominicanas.com\/?p=106650"},"modified":"2023-04-06T12:20:26","modified_gmt":"2023-04-06T16:20:26","slug":"el-peligro-de-las-apariencias-por-tony-acosta","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.idominicanas.com\/el-peligro-de-las-apariencias-por-tony-acosta\/","title":{"rendered":"Pedro y Judas: \u00abEl peligro de las apariencias\u00bb"},"content":{"rendered":"

Solamente Dios conoce los corazones. Por lo tanto, \u00e9l es el \u00fanico que puede juzgar con rectitud y justicia perfecta. Las apariencias enga\u00f1an al ojo humano, pero no al divino.<\/p>

\n\"\"<\/a>\n<\/div>\n\n

A veces, Dios en su amor y misericordia permite el desarrollo de ciertas situaciones desagradables, con el prop\u00f3sito de ense\u00f1arnos lecciones para nuestro bienestar temporal y eterno.<\/p>\n

Satanas y Judas aparentaban ser buenos, y sus argumentos parec\u00edan justos, razonables e irrefutables. Solamente el tiempo revelar\u00eda los motivos secretos de esas criaturas tan perversas. En contraste con la vida del reflexivo Judas, est\u00e1 la del impulsivo Pedro. Estos dos personajes representan a un amplio sector de la cristiandad.<\/p>\n

Con raz\u00f3n alguien escribi\u00f3: \u201cLe temo m\u00e1s al reflexivo Judas, que al impulsivo Pedro\u201d<\/p>\n

Judas era hip\u00f3crita, en cambio, Pedro era sincero.
\nEl traidor era diplom\u00e1tico y calculador, pero Pedro era un hombre espont\u00e1neo y expresivo.<\/p>\n

Por tales razones Jes\u00fas trat\u00f3 a ambos disc\u00edpulos con el mismo amor, pero no de la misma manera. Al respecto la escritora Elena White -con su Pluma Inspirada- nos dice lo siguiente en:<\/p>\n

\u201cMientras Jes\u00fas estaba preparando a los disc\u00edpulos para su ordenaci\u00f3n, un hombre que no hab\u00eda sido llamado se present\u00f3 con insistencia entre ellos. Era Judas Iscariote, hombre que profesaba seguir a Cristo y que se adelant\u00f3 ahora para solicitar un lugar en el c\u00edrculo \u00edntimo de los disc\u00edpulos. Con gran fervor y aparente sinceridad, declar\u00f3: \u201cMaestro, te seguir\u00e9 a donde quiera que fueres.\u201d Jes\u00fas no le rechaz\u00f3 ni le di\u00f3 la bienvenida, sino que pronunci\u00f3 tan s\u00f3lo estas palabras tristes: \u201cLas zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde recueste su cabeza.\u201d [5] Judas cre\u00eda que Jes\u00fas era el Mes\u00edas; y uni\u00e9ndose a los ap\u00f3stoles esperaba conseguir un alto puesto en el nuevo reino, as\u00ed que Jes\u00fas se propon\u00eda desvanecer esta esperanza declarando su pobreza.<\/em><\/p>\n

Los disc\u00edpulos anhelaban que Judas llegase a ser uno de ellos. Parec\u00eda un hombre respetable, de agudo discernimiento y habilidad administrativa, y lo recomendaron a Jes\u00fas como hombre que le ayudar\u00eda mucho en su obra. Les caus\u00f3, pues, sorpresa que Jes\u00fas le recibiese tan fr\u00edamente.<\/em><\/p>\n

Los disc\u00edpulos hab\u00edan quedado muy desilusionados de que Jes\u00fas no se hab\u00eda esforzado por conseguir la cooperaci\u00f3n de los dirigentes de Israel. Les parec\u00eda que era un error no fortalecer su causa obteniendo el apoyo de esos hombres influyentes. Si hubiese rechazado a Judas, en su \u00e1nimo habr\u00edan puesto en duda la sabidur\u00eda de su Maestro. La historia ulterior de Judas les iba a ense\u00f1ar el peligro que hay en decidir la idoneidad de los hombres para la obra de Dios bas\u00e1ndose en alguna consideraci\u00f3n mundanal. La cooperaci\u00f3n de hombres como aquellos que los disc\u00edpulos deseaban asegurarse habr\u00eda entregado la obra en las manos de sus peores enemigos. (El Deseado de todas las gentes<\/strong>, p\u00e1g 260.4)<\/em><\/p>\n

Es notable el hecho de que Judas no fue llamado, ni fue rechazado, ni bienvenido por Jes\u00fas. \u00c9l salvador lo recibi\u00f3 con frialdad.<\/p>\n

Las apariencias pueden enga\u00f1ar hasta a un viejo, sabio y veterano profeta como lo era Samuel, pero no a ning\u00fan miembro de la Deidad. Dios conoce nuestros corazones y puede ver el fin desde el principio. \u201cY Jehov\u00e1 respondi\u00f3 a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehov\u00e1 no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que est\u00e1 delante de sus ojos, pero Jehov\u00e1 mira el coraz\u00f3n.\u201d (\u202d\u202d1 Samuel\u202c \u202d16:7\u202c)<\/p>\n

No se t\u00fa, pero yo me siento m\u00e1s c\u00f3modo relacion\u00e1ndome con el tosco e impulsivo Pedro, que con el refinado, reflexivo e hip\u00f3crita Judas. Tambi\u00e9n siento pesar por aquellos que deliberadamente mutilan sus conciencias del deber, porque ella est\u00e1 en pugna con sus ego\u00edstas ambiciones. Le temo a los hombres que se compran y se venden. A aquellos que como Judas son capaces de vender y traicionar a sus amigos, para lograr sus mundanos objetivos.<\/p>\n

Finalmente debo decirte que no importa cuales sean nuestros rasgos de car\u00e1cter heredados o cultivados, Jes\u00fas puede y quiere transformarnos. \u00c9l nos recibe como somos, pero nos deja como tales. Si estamos en \u00e9l, seremos nuevas criaturas para su honra y gloria. As\u00ed como Pedro fue transformado por su gracia, t\u00fa y yo tambi\u00e9n podemos.<\/p>\n

El autor Tony Acosta<\/strong> es un laico<\/strong> de la Iglesia Adventista<\/em><\/p>\n\n

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