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Violencia contra mujeres viene de hombres con mayor educación
Luis Bergés, director del Centro de Intervención Conductual para Hombres de la Fiscalía, explica que muchos hombres se creen merecedores de algo de una mujer y cuando no lo consiguen, se llenan de rabia o ira, activan los mecanismos para someter y controlar, creyendo que la mujer le pertenece.
Bergés al conversar con Zoila Luna y Linda García en el programa “Solo para mujeres”, dijo que hay una triada básica que se ha encontrado en hombres violentos que son: posesividad, control y merecimiento. “Estos son comunes denominadores de hombres violentos”.
Según estudios realizados a hombres que han cometido hechos de violencia contra mujeres, han arrojado como resultados que solo un 3% es analfabeto, 33% tiene educación universitaria y un 40% en educación Media.
Sepa las edades de los hombres más violentos y que hacen los que escuchan una bachata que diga «mátala»
“A nivel laboral tenemos un 87% personas ocupadas. Apenas un 3% de la población en la evaluación de la muestra 3,500 hombres –hasta ahora el más grande estudio que ha investigado el fenómeno- sale con trastornos mentales, dijo Bergés en el programa «Solo para Mujeres».
Explico que “una persona con esa triada, si además es desempleado, consume alcohol, es una persona celosa, si tiene arma de fuego y además escucha una bachata que dice “mátala”; obviamente tiene más posibilidades de generar violencia que otra solo con los tres factores.
La concentración mayor de hombres de conducta violenta está entre 30 y 40 años –edad donde las personas manejan más poder- de 20 años para abajo no se tienen muchos casos y tampoco de 60 para arriba. Al Centro de Intervención Conductual para Hombres no se ingresa voluntariamente, ingresan quienes ya han cometido violencia, pero no funciona como preventivo. (Imagen cortesía de Luis JVS)
“En el país hay gran compromiso con el tema de prevención de la violencia; pero debe estar en la población que seamos más humildes, comencemos a aprender sobre la violencia, superemos los mitos y observemos ciertos indicadores en nosotros –Posesividad, control, conducta violenta- para que renunciemos esos privilegios y comencemos a valorar la relación con el otro en una perspectiva de compartir el poder y no avasallar” aconsejó el doctor.
Las instituciones tienen que asumir su rol, a nivel de atenciones de violencia, tenemos una estructura muy buena; pero falta de conciencia ciudadana a una participación menos pasiva cuando son observadores de violencia. “Siempre la violencia daña y lo que daña, sino lo denunciamos, cuestionamos o no lo condenamos, nos estamos haciendo cómplices por omisión.
“La violencia tiene que visibilizarse”, pero no está de acuerdo con la forma morbosa como a veces se manera tan cruel como se presenta que estamos acostumbrados a ver una mujer bañada en un charco de sangre, temo pueda llevarnos a un grado de insensibilidad como si no fuera nada.
Hasta el pasado lunes 21 de noviembre, la Procuraduría General de la República tenía computados 211 feminicidios durante el año.