Lo + Dominicano
Turismo de compras en La Duarte, La Mella y El Conde
En la Republica Dominicana tenemos tres avenidas con historia y que al pasar el tiempo se han vuelto un atractivo turísticos para hacer compras, debido principalmente a que ofrecen buenas ofertas y puedes conseguir algunos artículos hasta un 60 y 70 por ciento más barato, que en cualquier plaza comercial, solo tienes que tener paciencia, no asombrarte por lo que puedes ver e involucrarte al lenguaje de los vendedores para obtener buenos precios.
Una de ellas es la Avenida Duarte, anteriormente Avenida José Trujillo Valdés
De acuerdo informaciones, la avenida Duarte se abrió por primera vez en 1930 en la “Era de Trujillo”, y se bautizó con el nombre de avenida José Trujillo Valdez, padre del dictador, pero en 1961.
Tras la muerte del dictador, se reinauguró como avenida Juan Pablo Duarte, uno de los padres de la patria.
Una de las vías más transitadas de esta zona es la Duarte esquina París.
Es una arteria que pese a que han querido restaurar diferentes alcaldes que han pasado por el país la misma ha sido bombardeada por el desorden, caos y conflictos con los que las autoridades municipales han intentado lidiar por años sin resultados duraderos.
Para muchos será difícil lograr ese objetivo, otros entienden que es una vía comercial de gran atractivo y esto lo hace sus pequeñas y medianas tienda, sus vendedores de frutas y vegetales y a esto se le suma los grandes puestos de pacas y pulgas como se conocen las ropas de segunda mano.
Miles de personas llegan desde muy temprano en la mañana, unas para vender y otras para comprar todo lo que ofrece esta avenida con un encanto muy especial turísticamente comercial para un publico amante de la ropa.
La avenida Mella es una vía comercial que va dirigida a un público diverso que busca entre otras cosas artesanía, aunque no se escapa de ser un lugar que ofrece todo tipo de productos.
Considerada por décadas la principal arteria comercial del país, la avenida Mella fue centro de innovación y dinamismo mercantil con una amplia gama de establecimientos.
Esta calle ofrece tiendas artesanales, mueblerías, farmacias, supercolmados, ferreterías, tiendas de tejidos, mercerías, sastrerías, colchonerías, hoteles, joyerías, entre muchos otros.
Es bueno tener en cuenta que durante la época colonial se le llamó calle del Muro y se prolongaba desde la fortaleza de la Concepción hasta el fuerte de San Lázaro, siendo bautizada cuatrocientos años después como calle Capotillo.
La vía, conocida también como camino de Galindo, facilitaba la entrada y salida de la población al barrio de Santa Bárbara.
Muchos se preguntan como llego a ser una via comercial y la respuesta es que su importancia se inició a principios del siglo pasado, con la llegada de una gran migración, entre otras nacionalidades, de españoles, judíos, chinos, libaneses, árabes, palestinos y sirios, estos últimos a quienes la población llamó siempre “turcos”, muy emprendedores y dedicados en su mayoría al comercio.
Estos extranjeros no tenían acceso a la entrada de la ciudad y vendían sus mercaderías en las afueras del muro, hasta el 1930 cuando el ciclón de San Zenón destruyó casi por completo la ciudad capital.
En 1934, el cabildo de Santo Domingo, mediante ordenanza municipal, designó la calle Capotillo con el nombre de avenida Mella, en honor al patricio Matías Ramón Mella.
En esta avenida el tránsito era de dos vías, como lo fue también la calle El Conde y la José Trujillo Valdez, hoy avenida Duarte, pero la Mella mantenía una dinámica comercial particular por la gran cantidad de negocios y la constante afluencia de parroquianos que iban a comprar o simplemente conocer las nuevas mercancías y aprovecharse de las ofertas.
La gente la recorría a pie, en bicicleta y en los autobuses de dos pisos que iniciaban su incursión en el tránsito de la época como una atractiva novedad.
Tuvo tres cines: Apolo, Mi Cine y Lido e igual número de estaciones de gasolina, -incluyendo la única que operaba desde una vivienda con las mangueras de despacho del combustible conectadas directamente de la pared posterior para suplir a los vehículos estacionados en la misma calle-, y cinco farmacias.
Muchos de esos modestos negocios se transformaron luego en grandes emporios comerciales.
En la avenida Mella quedaba el periódico la Nación, el cual, a las 8 am tocaba una sirena, cuando había una noticia nacional, eran dos veces y si era una noticia internacional, sonaba tres veces la sirena.
La construcción del Mercado Modelo, en 1942, dio un especial realce a la avenida Mella.
Este mercado que es un gran atractivo turístico es el lugar ideal para hacer tus compras artesanales cuando sales de la Republica Dominicana a otros destinos y quieres llevarle un souvenir a un familiar o amigo.