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¿Son nuestras mujeres el poder en la casa?
Alguién dijo, que cuando a la mujer se le centra una idea entre ceja y ceja -como se dice popularmente- y que involucra a su esposo o compañero de vida, familia y hogar, lo mejor es que el hombre la complazca al instante, para no malgastar tiempo, ya que, a fin de cuentas, termina haciendo lo que ella se ha propuesto.
Ilusos los hombres que creen que son los «mandamás», los que deciden, los que trazan las pautas en sus casas, porque se asumen el sostén económico. A la mujer, en su espacio hogareño, no le importa que ella no aporte nada de nada en el orden económico; ese espacio es de ella y ella determinará cómo estarán las cosas. Y, si comparte la sustentación económica, entonces es que el asunto es grande. (Siga leyendo y deje sus comentarios)