Somos un pueblo creyente

Resulta-quizás-interesante contarles que aunque ayer estuve toda la mañana en una iglesia evangélica, hoy-paradojicamnete-me pase casi el mismo tiempo en el cementerio de la Máximo Gómez, resolviendo asuntos en la bóveda (nicho) de un gran amigo.

En una observación rápida en el camposanto, pude ver que siguen los actos vandálicos. El cementerio esta limpio casi por completo y se nota un mejor cuidado del área. Pero la falta de vigilancia hace que las tumbas sean despojadas de puertas de hierro, floreros, velones y candados. Si usted tiene seres queridos sepultados, de una vueltecita por allí.

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Y como somos un pueblo tan creyente, las prácticas espiritistas no podían faltar. Hombres, mujeres y bellas jovencitas costumbres son asiduos visitantes los lunes a los encuentros de “montadera”, despojos, trabajos, y devoción al Varón del cementerio, Santa Martha “La dominadora” y San Elías.

Casi todos fumaban tabacos y puros, algunos se leían las cartas encima de una tumba y otros esperaban los despojos de malos augurios y brujerías. Parecía una iglesia cualquiera, pero con matices diferentes. Cuan creyentes somos los dominicanos.