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Recomienda reducir consumo de manzanas en Navidad y aprovechar frutas de temporada
La recomendación que se reduzca el consumo de manzana en temporada navideña y comprar en mercados de productores, cooperativas agrícolas, tiendas ecológicas, pudieran parecer muy extraño a quienes vivimos en República Dominicana.
Así lo ha recomendado un experto en seguridad alimentaria, al asegurar que con pequeñas acciones «podremos impactar todo el sistema alimentario cuando preferimos los productos locales y de temporada» y «esto implica comer menos manzanas en temporada navideña, ya que no se produce en el país».
“Tomar la comida en serio es una obligación moral” dijo Mario Virgilio Arvelo, Embajador dominicano ante las Agencias de Naciones Unidas con sede en Roma, durante una conferencia en el «Bloque de Seguridad» que auspició la Embajada de Estados Unidos en República Dominicana por Aniversario del Programa Fulbright: 75 Años de Impacto.
Citó que la República Dominicana, todos los años exporta 7 millones de Kg de manzanas de mercados como Chile, Canadá, Estados Unidos y otros.
Ante esta realidad, plantea que como «tenemos la dicha de ser un país tropical y podemos alargar el brazo y aprovechar las frutas a nuestro alcance como: mangos, tamarindos y otras que tenemos a nuestro alcance, deberíamos tener preferencia por estas ya que eso “nos conviene a nuestros bolsillos y nuestra salud».
En la actualidad una manzana cuesta alrededor de 30 y 45 pesos al detalle, en supermercados los precios por libra han aumentado, al igual que otras «frutas navideñas».
Seguridad Alimentaria
Un factor clave para alcanzar seguridad alimentaria de todas las personas es la reducción de las pérdidas (antes que la comida llegue al consumidor) y el desperdicio (a nivel del consumidor) de alimentos.
«El paso más importante para erradicar el hambre es asumir la responsabilidad de valorar la comida y evitar sus desperdicios» dijo al tratar sobre el tema sobre la “eliminación del desperdicio de alimentos como herramienta personal, familiar, comunitaria y social para contribuir a la seguridad alimentaria de toda la humanidad».
Como ejemplo, echar a la basura un solo grano de arroz cocinado, eso supone el desperdicio de un litro de agua que fue invertida en la germinación, su crecimiento y su cocción.
Recordó que el arroz ocupa el segundo de la producción agroalimentaria por volumen y es el alimento más popular para consumo humano en todo el mundo. Esa parte de nuestra llamada Bandera Nacional alimentaria, junto al maíz y el trigo aportan la mitad de todas las calorías consumidas por la humanidad.
Podría parecer increíble, pero unas 1300 millones de toneladas de alimentos en perfecto estado, son tiradas a la basura. Esto es más que la suma que la producción global de maíz y arroz.
«El 40% de la comida comprada en USA termina en la basura. Lo que se desperdicia en Norteamérica y Europa Solo esto alimentaria al triple de los hambrientos en todo el mundo», destacó Arvelo.
Argumentó que existe Seguridad alimentaria, cuando todas las personas tienen en todo momento acceso a alimentos suficientes, inicuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y sus preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana.
Bancos de Alimentos
En el país, existe la posibilidad de «llevar la comida que no vamos a ingerir y depositarla en bancos de alimentos para su distribución a quienes disfrutan de menos posibilidades”.
Así nos convertimos en colaboradores activos de la humanidad en ruta al fin del hambre» dijo el especialista.
Sobre los datos de comida que se tira a la basura en el país, acotó que “los que hemos visto (o tenemos a disposición) no son del todo confiable, (no que estén tratando de ocultarlo), ya que sencillamente es muy difícil de cuantificar y esto se hace básicamente por encuestas de personas dispuestas a participar en estudios de este tipo.
Si dijo que los datos son alarmantes y son suficiente altos, como para que se haya creado una red de Bancos de Alimentos, una iniciativa que está siendo consolidada desde hace varios años.
“Estamos haciendo grandes avances en el tema y tratando de buscar soluciones prácticas y convergentes al problema desperdicio de alimentos”, finalizó su ponencia sobre “seguridad Hídrica y democracia en el contexto de la Republica Dominicana”.