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Ningún dominicano se resiste a la comida de la calle
Comer en la calle -aunque arriesgado- es una tentación. Pasar por una esquina de Santo Domingo y ver a un señor o señora haciendo tostadas en una mesa, es algo que despierta el apetito. Aunque en ocasiones muchos negocios de estos no tiene mucha higiene.
(Ver a dos chicas en los alrededores de la UASD comiendo tostadas)