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Me voy en Yola
Esta frase debe «retumbar» en los hogares de miles de familias dominicanas, que por sus escasas posibilidades de superación económica o sus grandes ambiciones personales, cometen el grave error de hacer realidad la pasadilla más horrenda que persona alguna puede vivir.
Abordar una frágil embarcación como esta, más que valentía es cometer unos de los desaciertos más costosos, sobre todo es poner en peligro la vida presente, por mejorar la futura. (Leer)