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Los pagos ocultos de Odebrecht para Planta Termoeléctrica Punta Catalina
Un nuevo escándalo se involucra a la empresa constructora brasilera Odebrecht, se agrega al inmenso sistema de corrupción y sobornos que admitieron en 2016.
Y es que al parecer, en su «confesión» Odebrecht no contó la historia completa, ya que una nueva investigación llevada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés), revela que aquellos pagos o sobornos a cambio de contratos eran aún más grandes que lo admitido por constructora.
El nuevo hallazgo se conoce tras haberse filtrado un enorme número de documentos y registros del “Departamento de Operaciones Estructuradas”, la división de Odebrecht fue creada básicamente con el propósito de manejar los sobornos que entregaba la empresa publica el sitio ICIJ.org
Los libros contables de este Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht muestran decenas de pagos que parecen habérseles escapado a los investigadores, ya que no tuvieron acceso a los registros ahora obtenidos por el ICIJ.
Entre esos Pagos secretos de Odebrecht aparecen los vinculados con la construcción de la gigante central termoeléctrica de carbón de Punta Catalina en República Dominicana, por más de US$39 millones de dólares.
Una planilla de cálculo que consigna pagos ocultos de esa oficina -entre fines de diciembre de 2013 y fines de diciembre de 2014- revela 62 pagos por un total de US$39 millones de dólares, relacionados con una “Planta Termo” o “Planta Termoeléctrica” de Punta Catalina. Cinco de esos pagos, por un valor total de 3,3 millones de dólares, fueron a parar a una empresa llamada Baker Street Financial Inc.
Para comunicarse en secreto, la oficina de sobornos elaboró el sistema Drousys, una plataforma -fuera de los libros contables- que incluía el «envío seguro» de emails y mensajes instantáneos.
En esas comunicaciones, los empleados de Odebrecht y los destinatarios de los sobornos solo figuran bajo apodos, muchos de los cuales todavía no han sido descifrados. Los empleados tenían nombres en clave como “Gigo” y “Waterloo”, mientras que los receptores de sobornos se les solía adjudicar apodos más coloridos, como “Bambi”, “Robocop”, «Darth Vader” entre otros.
Al menos dos de esos pagos consignados Baker Street pasaron por una empresa radicada en Bahamas, Fincastle Enterprises Ltd. El 7 de diciembre de 2015, Baker Street Financial pagó más de 2 millones de dólares por un apartamento en el piso 12 de un elegante edificio en el lujoso centro de Manhattan. Los registros de la ciudad de Nueva York sobre la venta de ese inmueble incluyen una escritura de propiedad firmada por el único director de Baker Street Financial: Andrés Dauhajre un conocido enonomista y miembro de la dirigencia política dominicana.
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