La iglesia de Santa Bárbara volverá a brillar tras su restauración
La iglesia de Santa Bárbara se levantará con gloria de la situación de postración y abandono, tras su reinauguración el 4 de diciembre de este año.
Construida en 1560, fue lugar del bautismo de Juan Pablo Duarte el 4 de febrero de 1813 por el sacerdote José Ruiz y Domínguez.
La iglesia ubicada en la calle Isabel La Católica, fue declarada en 1990 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Serán restablecidas sus galas y restaurada su estructura, fortalecidas sus bases y puestos en valor su patrimonio artístico y cultural, según informó la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE).
La capilla es la primera parroquia sufragánea de la Catedral Primada de América, uno de los templos tomados y saqueados por el pirata Francis Drake cuando invadió la isla.
Francisco Pagán Rodríguez -director de OISOE- destaca que el proyecto Santa Bárbara completa el Museo de Cera Juan Pablo Duarte, inaugurado en 2017, en la sede del Instituto Duartiano, buscando ayudar a la educación y la preservación del patrimonio cultural, como responsabilidad social.
La restauración del templo católico fue encargado a la Fundación Luces y Sombras, dirigida por Juan Gilberto Núñez, buscando devolverle el esplendor y añadirle atractivos artísticos:
-Dioramas en sus retablos interiores con figuras a escala natural
-Conjuntos escultóricos en el espacio alrededor
-Se pintarán murales con pasajes de la historia dominicana
El plazo para entregar la obra es el 4 de diciembre, día de Santa Bárbara, cuando se procederá a reabrirla con un acto que contará con autoridades municipales y nacionales. Núñez explicó que lo primero que se enfrentó fue la limpieza de toda el área, debido al estado notable de abandono.
Posteriormente se ha intervenido la parte hidráulica, reorientando las aguas subterráneas, para evitar que las mismas sigan debilitando el cimiento que sostiene la iglesia, explica Nuñez.
La iglesia ha sufrido el impacto de huracanes y terremotos, deterioro de su estructura por el paso del tiempo, agravado por una negligente falta de mantenimiento y un abandono incomprensible, ha entrado en un proceso de restauración y reforzamiento estructural, detalló el ingeniero Pagán Rodríguez.
En la actualidad se encuentra en la fase de recuperar la fortaleza estructural de la iglesia mediante medidas a cargo de especialistas en el área, encabezados por el ingeniero dominicano Leonardo Reyes Madera y el ingeniero Jesús Jiménez, de España, quien fue el profesional que intervino el Museo del Prado y obras anexas en Madrid.
El objetivo de Reyes Madera es devolverle la fortaleza estructural a la iglesia y detener su proceso de inclinación garantizando una estabilidad que prácticamente duplica el empuje que ejerce el templo en su deslizamiento horizontal, dijo Pagán.
Juan Gilberto Núñez, adelantó que lo que se devolverá a la comunidad este año será completamente nuevo y se transformará en un atractivo cultural, histórico, religioso y turístico como poca gente es capaz de imaginarlo.
La Iglesia y su interior quedarán con un patrimonio artístico que incluirá dioramas con escenas de la historia litúrgica que antes estaban representados por retablos que fueron deteriorados. Igualmente se incluirán las imágenes de santos y vírgenes, en la modalidad de figuras de cera, y la representación del bautizo de Juan Pablo Duarte.
En el exterior se creará una plaza mayor, que servirá de anfiteatro para la comunidad con cuatro niveles de escalinatas para que sea escenario de presentaciones religiosas, artísticas y culturales, además de que se establecerán en los espacios del entorno de la iglesia, escuelas de artes de la plástica, danza y música autóctona dominicana y teatro.
Por una condición característica especial como lo es el estar erigida dentro de un fuerte, la convierte en una posible e idónea Catedral Castrense, debido a que en la actualidad no existe un templo destinado para estos fines, señala el ingeniero Núñez.
En la parte posterior de la iglesia, sobre la plazoleta del fuerte, se instalará, en un pedestal de tres metros, una estatua de cinco metros de altura de Santo Domingo de Guzmán, el santo que da nombre a la ciudad capital y de quien no hay una sola imagen en la metrópolis homónima.
Esa estatua, dijo, quedará con el frente hacia la calle Isabel la Católica y tendrá vista desde toda la ciudad colonial por la altura y especialmente desde la ensenada del río Ozama y la margen oriental del mismo.
En toda la plaza habrá varios conjuntos escultóricos, dentro de los que destaca uno dedicado a las Vírgenes de Galindo, las tres niñas violadas y asesinadas por soldados haitianos el 29 de mayo de 1822, en lo que es hoy el Barrio Mejoramiento Social.
En el proyecto se contempla dejar instalado un anfiteatro con cuatro hileras de escalones-asientos para presentaciones artísticas, al tiempo de crear diversas escuelas-talleres de danza, teatro y música para los jóvenes del sector, creando un espacio de encuentro para el arte y la cultura. La Iglesia de Santa Bárbara se levanta de su estado para ser digna.