OpinanDO
La corrupción inicia en pequeños gestos y se pasa a las generaciones como algo cotidiano
A todos nos aterra «la epidemia de corrupción que asola hoy en día al mundo». Por eso resulta tan importante meditar en la siguiente reflexión que compartió el orador y escritor, Pedro Morales Satizábal.
Un joven padre llevó a sus niños al circo. Al pasar por la taquilla, preguntó: “¿Cuánto valen las entradas?”; el vendedor respondió: “Adultos $30, niños de 7 a 14 años $20, niños de hasta 6 años no pagan. ¿Cuántos años tienen sus hijos?”.
El papá respondió: “El menor tiene 3 años y el mayor 7 años”. Con una sonrisa, el chico de la taquilla le dijo: “Si usted me hubiera dicho que el mayor tiene 6 años, le aseguro que no me hubiera dado cuenta. Se habría ahorrado $20”.
A lo que el padre comentó: “Tal vez sí. Pero mis hijos me habrían oído mentir. Me habrían visto sacar ventaja de una situación. Y el recuerdo de esta tarde no hubiera sido especial. En realidad, habría sido muy negativo en la formación de su carácter”.
Pero además, agregó: “Amigo, la verdad no tiene precio. Hoy dejo de ahorrar $20, que no me pertenecían por derecho. Pero hoy confío en que mis hijos entienden cuán honorable es hablar siempre con la verdad”. El joven taquillero permaneció mudo. También él tendría una tarde especial para recordar.
Este episodio muestra a niños que presencian la actitud correcta de su padre. El mismo nos permite concluir que:
1- Nada debe sustituir a la verdad
2- Educar es dar el ejemplo
3- Jamás debemos hacer pequeñas concesiones a la mentira, el precio es demasiado alto
4- Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra.
«Realmente, el ejemplo es todo. La corrupción comienza en los pequeños gestos y se pasa a las nuevas generaciones como algo cotidiano, que no tiene problema. Pensemos en eso. Dios nos ayude a ser íntegros» apuntó Morales Satizábal.