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La invocación a Dios para lograr Independencia Dominicana es hecho único en América
El proyecto independentista «La Trinitaria», de Juan Pablo Duarte, es único en toda América, porque sustentó sus bases en los valores cristianos.
Por esto colocó la Biblia como centro y escudo de la Bandera y de la Patria, así como la consigna: Dios, Patria y Libertad, poniendo a Dios en primer lugar.
Estas consideraciones fueron expresadas por Giordano Encarnación, en una conferencia fue dictada en el Ayuntamiento de Santo Domingo Este, organizada por el alcalde Manuel Jiménez que contó con la presencia de varios familiares del exponente, incluyendo a su esposa, Neris Lourdes Encarnación.
El director de la Universidad Libre de Ocoa con sede en Salem Massachusetts, realizó una investigación amplia de todos los procesos independistas de América, comenzando en Norteamérica, con Estados Unidos, pasando luego a América Central, terminando en América del Sur, con las hazañas de Simón Bolívar y José de San Martín, incluyendo las independencias de Haití y de República Dominicana.
Señaló que en la República Dominicana todo fue diferente, hubo una organización previa que se inició el 16 de agosto de 1838 con «La Trinitaria». En esta primera reunión hubo una invocación al Dios trinitario de la Biblia para lograr la independencia de parte Este de la isla hispaniola.
Pasaron seis años entre la creación de la Trinitaria y la Independencia Dominicana, tiempo que aprovechó Juan Pablo Duarte para preparar a los trinitarios en educación, historia, geografía, filosofía y esgrima, de manera que el grupo se preparó específicamente para la independencia.
Duarte estaba tan convencido del éxito de su proyecto, que el mismo día de la invocación a Dios, dejó escrito cuál sería el nombre de su nación; señaló también cuál sería su bandera y cuál sería su escudo, que como sabemos es la Biblia.
De manera, que no hubo ninguna improvisación, ni aprovechamiento de razón económica ni coyuntura política ni vacío de poder, sino una decisión firme de lograr la independencia. Encarnación exhortó a los dominicanos a valorar en su justa medida, la trascendencia histórica en América de nuestra independencia.
Sobre el pais vecino de Haití, expresó lo siguiente: «heredó la costumbre y la religión de su madre Patria, África. Su religión es bien conocida por todos: La práctica del vudú.
En ese sentido, dijo que en una noche de 1700, en el norte de Haití, se reunieron un grupo de esclavos haitianos encabezado por un jamaiquino, de nombre Dutty Boukman, el cual fungiendo de sacerdote inició una ceremonia de vudú, la cual incluía, entre otras cosas, baile y bebida de sangre de animales. El ceremonial llegó a un momento de frenesí, inspirado por espíritus de las tinieblas, que los llevó a un acuerdo de llevar ese movimiento en pos de la indecenci.
El movimiento que creció y fue controlado por un esclavo llamado Toussaint Louverture, el cual se afianzó en el liderazgo, logrando de Francia la abolición de la esclavitud, pero no la independencia.
Como gobernador, Toussaint se sintió muy afianzado en su poder, al extremo de escribir una carta a Napoleón, pidiéndole que lo dejara como gobernador vitalicio y aumentara la autonomía de Haití. La respuesta a su petición, por parte de Napoleón fue enviarle al general Charles Leclerc, con la provisión de soldados adecuados para someter a Toussaint Louverture y enviarlo prisionero a Francia, muriendo prisionero en aquella Nación.
Muerto Toussaint, el movimiento fue liderado por Dessalines, el cual, con la ayuda de Pétion, logró la independencia de Haití el primero de enero de 1804.
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