Historia de la Banda Unik comienza a contarse en Las Vegas

Interpretando el tema “Rosas sin espinas”, el cantante formado en el Orfeón de Santiago, ha descollado en distintas agrupaciones artísticas y le ha puesto a voz a numerosos éxitos del género, se paseó por la famosa línea recta de Montecristi, la Hacienda Torres y la nocturnidad de Francifol Café, donde fue captado por el director de fotografía Charlie Jorge y su asistente José Manuel de la Cruz, quienes ofrendaron los hermosos ángulos que trabajó Kenny Núñez en la post-producción. En la semblanza ofrecen sus testimonios, Henry García, El Prodigio, el padre César Hilario y Héctor Acosta, El Torito.

Apreciados los trabajos visuales, Banda Unik calentó el escenario de Las Vegas. La expectación y curiosidad humana se convirtió en admiración ante la calidad instrumental y vocal apreciada por el público que inmediatamente ofreció sus cariños a la agrupación de música típica moderna.

El artista, dispuesto a responder inquietudes del público, aprovechó para manifestar su profundo agradecimiento al equipo de personas que le acompaña en este proyecto, así como a los medios informativos que se solidarizaron con él desde que fue conociéndose la intención de cantar y dirigir las riendas de su propia agrupación.
Perfil del artista

Robert Liriano abrió los ojos en Santiago, en el hogar de Ramona Campos y Juan Liriano, sus padres. Tempranito cultivó sus dotes artísticos, siendo el coro San Francisco de Asís la platea que la vida le sirvió para aprender y desarrollarse en los senderos musicales y la entonación. Allí, rodeado de adultos y frente a un auditorio cristiano, Robert Liriano se convirtió en solista, mereciendo constantes ovaciones públicas por su excelente desempeño.

El tiempo fue avanzando y Robert se encaminó por el sendero académico, cumpliendo satisfactoriamente los estudios primarios, secundarios y universitarios. En 1998 colgó en casa la acreditación en Programación de Sistemas y Computación, cosechado en las jornadas académicas cumplidas en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.

A pesar de sus compromisos familiares, académicos y sociales, Robert Liriano nunca se alejó del canto, de la música, de la magia del arte. En el Coro San José de la Montaña de Santiago, se desempeñó como “Director de Voces” durante cinco años. Esta labor que ameritaba extrema responsabilidad, la alternaba con la función de solista principal.

En el Orfeón de Santiago, prestigiosa agrupación coral a capela fundada por el padre César Hilario, el artista cantó allí por espacio de siete años. Además aprendió polifonía coral a cuatro voces y recibió clases de solfeo cantado. En este antiguo y laureado colectivo, fungía como solista tenor.

Junto a las manecillas del reloj, el talentoso artista Robert Liriano fue ampliando sus horizontes artísticos. Su voz y talento contribuyeron a posicionar a varias agrupaciones musicales, siempre apostando a la sabrosura y los matices del merengue.

Como corista de renombrados artistas, Robert Liriano ha participado en grandes eventos de importancia mundial. Su voz identifica innumerables jingles publicitarios, de radio y televisión destinados a revalorizar marcas de instituciones privadas y públicas del país. Además ha participado en la grabación de decenas de producciones discográficas tanto en merengue como en bachata, música típica y reguettón.

En el género típico, en la música tierra adentro, Robert Liriano se estrenó en el 2002 en La Súper Banda de Krency García, El Prodigio donde militó por espacio de dos años y se convirtió en uno de los pioneros y más seguidos intérpretes de la versión moderna del merengue típico. Desde la tribuna de La Súper Banda, emergió la figura de Robert Liriano, el dueño de la voz dulce que dibujó las estrofas de “Aunque le pique”, “Ojitos mexicanos”, “Cabecita loca” “Me la voy a robar” y otros éxitos.

En el 2004, cuando se armó el instrumental y se enfilaron los talentos de la agrupación típica Kerubanda, la cual revolucionó los cimientos del género, Robert Liriano fue el cantante principal del proyecto considerado un fenómeno en su clase.

Las coreadas canciones “Te quiero, te quiero”, “Si tu estuvieras”, “Costumbres”, “Si tu piensas que no te amo”, “Un amor que termina así” y un homenaje a Ramón Orlando en balada, son reclamos afectivos del público cada vez que su semblante se asoma.

Con el respaldo de la experiencia y lo cultivado en la década en que su figura se consolidó en el arte, Robert Liriano, la voz dulce del merengue típico moderno, presenta las credenciales de Banda Unik, la banda típica de ala moderna que prioriza la calidad en la interpretación, la letra e instrumentación, sin perder jamás la esencia del ritmo de tierra adentro.

El extraordinario, exclusivo y porte único de Robert Liriano, están unidos a la Única, la singular e inimitable, Banda Unik.