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Historia de un asalto: »Cuidado si me hace paquete»
El periodista deportivo Félix García Estrella, ha hecho un relato de un intento de asalto.
Garcia Estrella cuenta como le ocurrió esto «por pasarse de confiado y creerse que el país es como era antes». Lean su historia a continuación:
En la vida a veces cometemos estupideces que luego al analizarlas nos atrevemos a decir que nos son útiles como experiencia y para crecer.
Un ejemplo de esto es lo que me ocurrió el pasado sábado siete del presente mes en los alrededores del puente de La Barquita, donde y no sé porque, se me antojó caminar, buscando fresco a altas horas de la noche y por poco no la cuento.
Transitaba bien distraído después de cruzar dicho puente -desde el lado de Los Minas- y me dirigía hacía Sabana Perdida cuando desde la oscuridad unas fuertes y juveniles manos me atraparon por el cuello de mi sweter a la vez que con amenazante e intimidante voz me dijo: »cuidado si me hace paquete ahora, te estoy apuntando con una pistola».
Mientras decía eso trataba de llevarme hacía una apartada zona, cubierta de arboles, donde habría de lograr su meta que era despojarme de las pocas pertenencias que tenía encima . «Dame el celular que tienes en los bolsillos, dame también tú cartera, vamos que te estoy apuntando y te voy a dar un tiro».
Fue en ese momento que baje la vista hacía la mano del asaltante que supuestamente portaba la pistola, me di cuenta de que no tenía nada y que sólo hacia un gran bulto; de inmediato se me ocurrió portarme lo más cobarde posible para que mi agresor se confiara y le dije espera, espera déjame sacar la cartera.
Mi plan funcionó, flojó un poco el cuello de mi sweter. Fue en ese instante que les propine un fuerte derechazo en el rostro que lo sorprendió y lo hizo retroceder, inmediatamente lo remate con un izquierdazo pero con tan mala suerte que el golpe fue a la cabeza y conectado con el puño semi abierto lo que dio por resultado una importante fractura en mi muñeca; de todas maneras el ladrón se amedrantó y salió corriendo entre los arboles mientras yo gritaba policía un ladrón.
Esa misma noche recibí atenciones médicas los cuales me han recomendado no utilizar mi mano izquierda –ahora enyesada- por todo un mes lo que es una gran baja para mí. Todo por pasarme de confiado y creerme que el país es como era antes, por suerte ese ladrón en realidad estaba desarmado por sino quien sabe.