En Salud
Fumar cualquier sustancia aumenta propagación del coronavirus y baja la inmunidad
El humo del tabaco y otras sustancia deteriora varios componentes de los mecanismos de defensa del aparato respiratorio y produce inflamación. Esta alerta roja se hace a fumadores y no fumadores, ante los graves impactos del coronavirus al fumar, además de ser un factor que incide en la propagación colectiva de dicha enfermedad viral.
Al producir el humo, se producen serias alteraciones en el organismo que favorecen la aparición de infecciones respiratorias bacterianas o virales y podrían explicar por qué las personas que fuman presentan no solo una mayor incidencia sino infecciones más graves (erigiéndose como importantes causas de enfermedad) y muertes como son: La influenza, Neumonías y Tuberculosis. (Arte en portada @CECAQro)
Así lo advierte el Staff del Consultores del Fórum Virtual de la Comisión del Salud del Consejo Regional de Desarrollo (CRD), y explican hay fuertes evidencias que indican que fumar tabaco es un factor de riesgo para:
-Neumonía de la comunidad (Odds Ratio (OR) 2.4)
-Enfermedad neumocóccica invasiva (OR 2.4 a 4)
-Microorganismos capsulados
-Virus que causan resfríos comunes, entre los que se cuentan los coronavirus
En dicho sentido, resaltan que desde hace varias décadas, se reconoce la fuerte asociación entre fumar y padecer influenza, en particular H1N1, entre otras, expresaron los doctores Miguelina Jáquez y Williams de Jesús, ejecutivos de CRD.
La neumonía por Covid-19, es una de las complicaciones más graves observadas en esta enfermedad
Resaltaron que el uso de sistemas electrónicos de administración de nicotina (conocidos como cigarrillos electrónicos o vapeadores), productos de tabaco calentado, exposición “pasiva” al humo del tabaco, así como la contaminación atmosférica y de interiores por combustibles sólidos (humo de leña), exponen a los usuarios o no usuarios a partículas y tóxicos que generan alteraciones en los mecanismos de defensa respiratoria similares a las producidas por el tabaco combustible.
Manifiestan que en el brote de MERS–Cov (Síndrome Coronavirus Respiratorio del Mediano Oriente) de 2012, se identificó al consumo de tabaco como un factor independiente para padecer la infección.
Es pues esperable que los fumadores tengan una mayor susceptibilidad a infectarse por SARS-Cov -2, un nuevo virus respiratorio causante de la enfermedad COVID-19 o de padecer la enfermedad COVID-19 con mayor severidad. Además, el SARS-Cov-2 interactúa a nivel alveolar con el receptor de la Enzima Convertidora de Angiotensina 2 (ECA 2) para entrar a la célula y causar enfermedad.
El organismo fundamenta sus aseveraciones, en estudios científicos realizados por Wang y colaboradores, quienes han reportado un estudio que muestra que fumar se asocia a una expresión aumentada del receptor ECA 2 y podría conferir una mayor susceptibilidad de los fumadores frente a COVID-19. No obstante, esta eventualidad ha sido controvertida en una reciente publicación.
Por otra parte, el acto de fumar o “vapear” (y por tanto el acto de llevar repetitivamente los dedos a la boca) aumenta la posibilidad de transmisión del virus a través de la boca, si se contaminan con el virus los cigarrillos, dispositivos electrónicos, pipas de agua (también llamadas “hookah” o narguiles) o cigarrillos de marihuana, podrían actuar como fómite (vector inanimado) del virus.
En particular, las hookahs suelen utilizarse en entornos sociales que favorecen el acercamiento entre personas, eventualmente compartiendo la pipa sin higiene adecuada. Esto conlleva dos riesgos de adquirir COVID-19, la aglomeración social y el compartir utensilios como boquilla y manguera con personas potencialmente infectadas, sumados al acto de llevarse la mano a la boca, ya comentado anteriormente.
Los próximos meses, las investigaciones mostrarán si hay algún caso aislado de efectos tardíos permanentes en pacientes recuperados de COVID-19. El foco está principalmente en los pulmones. Dado que el nuevo patógeno CoV-2 del SRAS ataca principalmente las vías respiratorias inferiores, como bien, se ha establecido en estudios realizados en China que han descubierto una reducción de la función pulmonar y una persistente falta de aliento o percepción de falta de aire en algunos pacientes de coronavirus, a pesar de haber superado la infección viral. Aunque sólo han podido examinar un grupo comparativamente pequeño, hay indicios iniciales de posibles efectos tardíos.
Consideraron preocupante que las personas que fuman tienen una evolución más severa o peor pronóstico se adquieren COVID-19, además, que al fumar afectan con el humo a personas no fumadores a inhalarlo, además, hace hincapié que a propósito, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el consumo de tabaco aumenta drásticamente el riesgo de muchos problemas de salud graves, incluidos problemas respiratorios (como cáncer de pulmón, tuberculosis y Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica-EPOC) y enfermedades cardiovasculares.
Aconsejó finalmente, que siempre es la mejor decisión individual dejar el consumo de tabaco, dejar de hacerlo puede ser especialmente importante para prevenir la infección por SARS-Cov-2 o evitar complicaciones de COVID-19. Además, es posible que los consumidores de tabaco que dejen de fumar manejen mejor las condiciones si se infectan, porque dejar de consumir tabaco tiene un impacto positivo casi inmediato en la función pulmonar y cardiovascular y estas mejoras solo aumentan a medida que pasa el tiempo.