Cine Dominicano
El cine dominicano hecho inspiración y esperanza en tiempos de COVID-19
En un formato más breve, significativamente escueto El cine dominicano ha continuado trabajando, en un respeto por su arte y todo en medio de la pandemia.
Cuatro empresas financieras y una industria de un producto de gran consumo, como lo es el café, han auspiciado una forma de cine criollo: anuncios de publicidad inspiradora.
Estos cortos audiovisuales, realizados por equipos nacionales, una vez iniciada la emergencia, han desarrollado historias cargadas de inspiración. A estas empresas, se unen dos producciones, apoyadas en la música, del Ministerio de Defensa, con la misma intención inspiradora.
Estos anuncios son verdaderas joyas que no pierden su sentido mágico de la comunicación cinematográfica.
Realizados por directores de cine al servicio de productoras publicitarias, nos muestran la ciudad vacía, jugando los traveling a ras de tierra, tomas de picado con drones, tomas de barrido y panorámicas, mientras el audio nos va uniendo a un ideal: ese que llama a cuidarnos y mantener la esperanza.
A pesar de la etapa de emergencia en que han sido realizados con preciso cuidado, con sentido de la imagen criolla, poéticamente tratada, con esmero en sus guiones y profesional emoción transmitida desde su interpretación vocal.
Es un cine distinto al de los largometrajes. Es virtualmente un cine anónimo ya que regularmente no llegan al público los nombres de realizadores, enmascarados por una suerte de lógica corporativa que privilegia el producto o servicio, por encima de los talentos que le sirven.
En medio de la cuarentena y las incomodas condiciones para trabajar con un equipo de filmación, han logrado producir cortos publicitarios de un enorme sentido cinematográfico, destacados por sus textos, la dirección general y de fotografía, la edición, la musicalización y, sobre todo, la voz en off que, pausada e inspiradora, nos lleva de la mano en cada uno de ellos.
Se trata de unos spots de «blanca publicidad» que cada vez que están en pantalla, logran una conexión con sus teleaudiencias.
Las fichas técnicas de estos trabajos audiovisuales no están disponibles ni son accesibles. La práctica del mercadeo corporativa, tiene sus normas y protocolos y la intención es que lo prioritario sea el mensaje y no sus artistas o sus talentos técnicos de producción.
Realizados por directores de cine al servicio de productoras publicitarias, nos muestran la ciudad vacía, jugando con tomas en traveling a ras de tierra, tomas de picado desde drones, tomas de barrido y panorámicas, mientras el audio se une, llevando pausadamente al telespectador a un ideal: mantener la esperanza.
Son piezas de cine adaptadas al formato televisivo que la comunidad nacional recibe y disfruta. corporativa que no privilegia quienes hacen ese trabajo, sino el mensaje que se lleva.
Las empresas que los han auspiciados son:
Banco Popular Dominicano, con una tradición de comerciales notables en su responsabilidad social que abarcan desde el ahorro de agua (2014-15) hasta la adopción de una cultura ecológica y la sustitución de las fuentes tradicionales de energías, ahora logra una gran historia corta que entusiasma y forma en el espectador la inspiración ante la pandemia.
Banco de Reservas. Caracterizado por tomas de gran belleza humana y natural, seleccionadas con criterio, sobre un texto exquisito, leído por una voz masculina con gran dominio interpretativo.
Banco BHD-León. Un corto realizado por José Enrique Pintor y narrado por Marina Frías, que también logra una combinación de piezas en las que la dominicanidad esperanzada y resiliente, se manifiesta.
Industrias Banilejas. Realizado por la Publicitaria Bergés Ramis Cabrera. Un proyecto de enorme fuerza visual, que aprovecha la posición dominante como bebida cultural y tempranero medio de cohesión familiar. Una excelente combinación de imágenes, entre las cuales, subliminalmente, aparece el producto promovido, pero completamente justificado ante la audiencia.
El Ministerio de las Fuerzas Armadas, presenta dos producciones audiovisuales en formato apoyados en música.
La primera de sus producciones es un vídeoclip que adaptado a partir del poema Una primavera para el mundo, de René de Risco Bermúdez, (Quien – ¡Oh Dios! – sigue transmitiendo emociones a muchos años de haberse ido, tal cual es grande el poder de la palabra), interpretado por el Cabo (Tenor lírico) Pedro Pablo Reyes de los Santos.
La segunda pieza se apoya en la balada pop, Tú estás aquí, original de Jesús Adrián Romero (Vástago Producciones, México), interpretada junto a Marcela Gándara.
Ofrecidos como anuncios publicitarios, el público no percibe que se trata de mucho más que eso. Es alta expresión de talento y la experiencia de directores, editores, directores de arte y fotografía y muchos otros recursos humanos, producto del conocimiento que ha arrojado ya el cine dominicano y ahora puesto al servicio de una de las misiones más trascendentes del momento: transmitir orgullo, sentido vital de la existencia.
Nadie dice que el país sea el único que fomenta este tipo de publicidad, porque ahora es, desde el punto de vista temático, una corriente internacional, pero los que hacemos aquí, esos cortos de cine, que nadie elogia y en los que poca gente repara luego de la emoción que entregan, son distintos, son cálido y, amigables, hermosos en su imagen humana, urbana y paisajista, vestida de los verdes del ambiente y los azules infinitos del mar y el cielo del Caribe. Esa es la diferencia si vemos esta muestra de 14 campanas internacionales del mismo tema. Sea usted el jurado, como decía Alberto Amengual
Pingback: El cine dominicano hecho en tiempos de coronavirus | Atento a to'