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Día Nacional de la Juventud recordemos ideales de Duarte
En este 2013 -año del Bicentenario del Natalicio de Juan Pablo Duarte- celebremos juntos su legado y trabajemos unidos por el desarrollo de una Patria más justa con cimientos en valores e igualdad de derechos.
“Seguid, jóvenes amigos, dulce esperanza de la patria mía, seguid con tesón y ardor en la hermosa carrera que habéis emprendido y alcanzad la gloria de dar cima a la grandiosa obra de nuestra regeneración política, de nuestra independencia nacional, única garantía de las libertades patrias”. Juan Pablo Duarte
Desde el momento en que fue confrontado por la realidad de su pueblo a la edad de 15 años, Juan Pablo Duarte tuvo conciencia de la necesidad de que los dominicanos viviéramos «libre e independiente de toda potencia extranjera».
Al regresar de ese viaje, a los 19 años, Duarte fue recibido por un grupo de familiares y amigos, quienes realizaron una reunión para celebrar su regreso, y donde al ser consultado sobre qué fue lo que más le gustó de todo lo que pudo ver él contestó: «los fueros y libertades de Barcelona, fueros y libertades que espero demos nosotros un día a nuestra Patria».
Con 25 años fundó la fundación secreta La Trinitaria y a los 31 años llegó el momento cumbre de su vida: 27 de febrero de 1844, el día que Santo Domingo español pasó a llamarse «República Dominicana», nación libre e independiente.
Juan Pablo Duarte supo desde los primeros años de su infancia que su gentilicio era «dominicano» y se encargó de desarrollar sus ideales con determinación, constancia, preparación y empeño.
Nunca renunció ni dio marcha atrás en lo que fue su sueño de independencia. Siempre estuvo apegado a su identidad, la defendió en todos los escenarios.
Preparación, determinación, ideas claras y trabajo en equipo fueron algunos los ideales que forjó el Duarte Joven, ese que con 15 años entendió la necesidad de que su pueblo fuese independiente; el que con 19 años regresó a su país luego de estudiar, comprender y organizar lo que serían los métodos apropiados para conseguir la libertad añorada; el que con 25 años formó una organización sobre la cual cimentó lo que a los 31 años vio realizarse, la independencia nacional.
Duarte fue persistente y constante; se preocupó por conocer los métodos que le permitirían alcanzar sus metas; organizó una sociedad al punto de sembrar en ella el ferviente deseo de la independencia y ese la llevó al final del camino, los lares de libertad que hoy se disfrutan.
Trabajemos para que el sacrificio de Duarte y Los Trinitarios no haya sido en vano. Conoce y comparte con orgullo «los ideales de este Duarte joven» propaga su mensaje, tráelo a la realidad (Click aquí)
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