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Curandero guarda dolencias «quita» a gente en cabezas de muñecas
Camino a Gurabo, al pasar por el frente una humilde casucha, llamó la atención a Carlos de San Juan, ver tantas cabezas de muñeca alrededor de ella. Describe que era como si estuviera frente a una de esas viviendas que solo se ven en películas de misterios.
Rápidamente comenzó a tomar fotos y el dueño al verlo le invitó a entrar. En su interior, había un altar, por lo que Carlos le preguntó qué tipo de trabajos realizaba y si invocaba algún espíritu. El señor –de mirada inquisidora- le dijo que sí; pero que no trabajaba con lo malo y que curaba dolencias a personas, que guarda en cabezas de las muñecas. (Vea estas fotos)