Conoció el infierno pero transformó su vida gracias al boxeo

Para la juventud que se ha torcido en el camino de la vida y cree “está todo perdido”, esta historia va a servir de inspiración, fuerza y coraje.

Llevar una vida desordenada lo envió casi a la muerte y luego a la cárcel. Pero este joven dominicano encontró en el boxeo una vía de escape y transición que le han permitido cambiar la prisión por los grandes escenarios en el pugilismo dominicano.

Yomar Medina (El Ñame), fue enviado a prisión cuando tenía 15 años y para entonces su vida parecía ir a un precipicio. Golpes, riñas y castigos, era lo único que asomaba en su diario vivir en la cárcel de la Victoria.

Este joven del populoso sector de La Ciénaga en Santo Domingo, prácticaba boxeo en el Club Capitán Peña, bajo las orientaciones del entrenador Samuel Santana, sin embargo, pertenecía a una pandilla que tenia sangrientos enfrentamientos por controlar zonas en su barrio; fue apresado y sus aspiraciones de ser boxeador se desvanecieron.

Ya en la cárcel, Medina decidió retomar las practicas de boxeo por un compañero, que le informó a los que practicaban boxeo le daban comida y como en prisión se le dificultaba obtener alimentos debido a las largas filas y los esfuerzos extras que había que hacer para poder comer, se enganchó de nuevo en el deporte.

“Era un niño y los adultos se ponían delante en la fila, cuando intentaba volar la fila me daban golpes» cuenta Yonmar que algunos días «no comía y su mamá no podía llevarme la comida a diario». Como en la cárcel las cosas eran difíciles para poder comer -sin hacer filas ni recibir golpes- se convirtió en el que más temprano llegaba a practicar, además en el que más tiempo le dedicaba.

Pero su vida empezó a cambiar – según confesó- a partir que conoció al Comisionado Nacional de Boxeo, Franklin Núñez, a quien vio un día de visita en la cárcel y de manera decidida le pidió que le ayudara.

“Usted es que habla de boxeo, lo he visto por televisión, quiero ser boxeador, voy a ser campeón, ayúdeme consígame guantes y lo que pueda para seguir practicando aquí”, le comentó a Núñez. Recuerda que el cronista deportivo lo miró fijamente y le prometió le ayudaría, sin embargo, reconoce que en ese momento las palabras del Comisionado no lo convencieron.

Sin embargo, a los 20 días regresó con útiles de boxeo lo que hizo que su percepción, cambiara sobre el Comisionado que aparte de entregarle los útiles, dijo iba a ser todo lo posible que se construyera un gimnasio en la cárcel para practicar boxeo; lo que cumplió y en lo adelante todo fue diferente”, expresó.

Así entonces, Yonmar se convirtió en uno de los boxeadores más destacado del penal, lo que motivo al comisionado agilizar su libertad. Al ver su progreso Nuñez se ofreció para ponerle un abogado y agilizar su libertad.

“Cuando el Comisionado me hizo la propuesta le dije que no, al entender que el tiempo que tenía en la cárcel no era suficiente para pagar el daño que había hecho a la sociedad, además no estaba seguro que había cambiado del todo y manifesté que le avisaba cuando podían empezar hacer diligencias para lograr mi libertad”, destacó.

A un año de la propuesta y faltado solo tres meses para lograr su libertad por pena cumplida el joven boxeador se comunicó con el comisionado y le informó que ya se sentía en capacidad de estar en la calle. El abogado Jesús Ceballos se convirtió en su defensor y Yonmar logró que le dieran la libertad condicional.

Inició su carrera como boxeador profesional logrando rápidamente convertirse en una sensación. De las manos de la empresa King Promotions, que preside Salomón Yamir. Con esta promotora Yonmar ha hilvanado una cadena de 17 victorias, convirtiéndose en una esperanza de un campeonato mundial para el país.

“Tengo que dar las gracias a tantas gentes que ha creído en mí y me han tendido sus manos. A mi madre que nunca me desamparo, a Franklin Núñez, a la empresa Salomón King Promoción que ha creído en mí, a Fabián Rijo de la Rosa, a los entrenadores Vicente de la Cruz y Manuel Batista así como a los promotores, a todos las gracias de corazón”, concluyó El Ñame

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