Deportes
Capitana de las ‘Reinas del Caribe’ considera su retiro
La jugadora Prisilla Rivera, fogosa capitana de las «Reinas del Caribe», evalúa el “gran viaje» que ha significado permanecer por más de 20 años enfundada en la camiseta de la selección de voleibol y su “definitiva” partida este año como jugadora en activo.
El equipo dominicano se clasificó para sus terceros Juegos Olímpicos y Rivera decidió que después de Tokio y de la Copa Panamericana, que se disputará en Santo Domingo en octubre, su carrera en las canchas habrá concluido destaca la web Infobae.com
Conocida por el esfuerzo extra que desplaza a la hora de competir, describió a EFE su fascinación al verse rodeada de “tantas estrellas” como el suizo Roger Federer, cuando la plantilla participó en sus primeros Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
“No lo podía creer, era un sueño del que no sabía cómo despertar. Que estuviéramos en unos Juegos Olímpicos, nosotras, no lo podía asimilar. Era muy joven y me decía- Dios mío, qué hago aquí”, afirmó.
En un diálogo describió su día a día, e hizo reflexiones sobre la pandemia. Su voz se quebró y las lágrimas rodaron por su mejillas al recordar la muerte en febrero de 2020 de Megan, su única hija; tras interminables segundos de desaliento, continuó conversando.
P. ¿Por qué eres la capitana?
R. Imagino que tiene que ver con mi sangre caliente.
Mi rol me exige que no demuestre jamás señales de que el equipo está perdido. Ser capitana es hacer lo que hay que hacer en el momento necesario.
Soy aguerrida y tengo que transmitirle eso a las chicas, intento que el no puedo no les llegue a sus cabezas.
P. ¿Qué recuerdos llegan a tu mente de los Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003?
R.- Tuve que ponerme en forma en tiempo récord. Había alumbrado en febrero y los Juegos eran en agosto. No sabía que el pueblo se iba a volcar con nosotras, había tanta gente (en el Palacio del Voleibol) que no se podía respirar, literalmente.
Con el triunfo en los Panamericanos (sobre Cuba) la gente empezó a reconocer que este grupo de mujeres estábamos aquí. En esos tiempos solo se hablaba de béisbol y baloncesto, nada de voleibol. Ahí dijimos vamos a buscar nuestro sitio y la gente nos ha acogido, gloria a Dios, hasta llevarnos a ser las ‘Reinas del Caribe’.
P. No todo ha podido ser triunfos y alegrías, ¿Qué tal esos momentos difíciles?
R. Ver a una compañera lesionada, no saber qué pasará con ella, si podrá volver o no, si será la misma en la cancha, eso choca mucho al equipo. Para el Mundial de 2014 vencíamos 2-0 a China y el tercer set estaba a nuestro favor 23-20 y perdimos, fue bastante traumático.
A veces hay subestimación, del propio entorno, comentarios sobre si vamos a tal o cual evento sin tener oportunidades parecen inofensivos pero hacen daño, sobre todo por las redes sociales, hay mucho acoso. Soy activa en las redes y lo hago para la gente que no tiene ese chance de conocer algo más del atleta.
P. ¿Agotan los entrenamientos?
R. ¿Qué si agotan? Esto es un sacrificio total. Me levanto a las 4.50 de la mañana, hago ‘croosfit’, ya a las 6.00 llego a los entrenamientos, después tenemos gimnasio y de ahí a la casa a preparar algo de comer y a conectarme con las clases a distancia (cursa una licenciatura en educación física).
En ocasiones me acuesto pasada la una de la madrugada. Después de octubre no tiro una pelota más. Tengo suerte de tener el esposo que tengo, a veces él paga los platos rotos de los problemas que me cargan a mí.
Él tiene que ayudarme, es mi superhéroe. La selección femenina de República Dominicana ocupa el puesto 9 en el ránking mundial de la Federación Internacional de Voleibol.
En los Juegos Olímpicos de Londres ocupó la quinta posición. Ganó el oro en los Juegos Panamericanos Lima 2019 y ha conquistado las últimas cinco ediciones de los Juegos Centroamericanos y del Caribe.