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El dulcero de La Cienaga
Por Franklin Guerrero
Para hacer un dulce de coco, que el pobre necesita vender para comer; solamente hace falta la necesidad, un caldero, un anafe y quitarse la camisa. El “azúcar de la pobreza” barrial, le dará el toquecito al paladar de quienes a la distancia saboreen el fruto del trabajo de este meritorio dominicano; que sin complejos utiliza sus pocas fuerzas físicas para ganarse el sustento de un día.
Para hacer un dulce de coco, que el pobre necesita vender para comer; solamente hace falta la necesidad, un caldero, un anafe y quitarse la camisa. El “azúcar de la pobreza” barrial, le dará el toquecito al paladar de quienes a la distancia saboreen el fruto del trabajo de este meritorio dominicano; que sin complejos utiliza sus pocas fuerzas físicas para ganarse el sustento de un día.