¿Porqué los dominicanos caemos en “olla” y como salir de ella?

Durante un buen tiempo, el doctor Cesár Perelló ha estado impartiendo el seminario Finanzas Personales que titula “Saliendo de la Olla”. La razón por la cual lo tituló de esta manera fue lo normal que resultó para él, durante un buen tiempo, el estado de olla y lo cotidiana que aún resulta ser esta palabra a su alrededor.

En nuestro país es muy común que, al saludar a alguien, éste responda con un “Aquí, en la olla”. Cada día a nuestro alrededor -y estoy seguro de que al suyo también- por alguna razón, alguien hace referencia a esta condición que, aunque la denominación sea quizás muy propia o hasta, quien sabe, única de los dominicanos, no deja de ser algo común en todo el mundo, especialmente en el mundo occidental.
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¿Tiene usted conciencia de como esta llevando sus finanzas personales, lea este fragmento del libro «Finanzas Personales para no caer en «la lona» o en «la olla»?
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La mayoría de los que habitamos en países en vías de desarrollo atravesamos por lo menos una vez en la vida por una situación en la cual nuestros ingresos sencillamente no alcanzan para cubrir nuestros gastos o, en el mejor de los casos, llegan sólo a cubrirlos. Las tarjetas de crédito comienzan entonces a financiar el excedente de gastos hasta que éstas llegan a convertirse en una aspiradora que termina succionando todos nuestros ingresos a través del pago de intereses y cargos por mora.

El tema es bastante serio, aún cuando la denominación mueva a risa. Es buen ejercicio reírse de la desgracia propia y los dominicanos lo sabemos muy bien. Sin embargo, la falta de planificación financiera lleva cada día a más personas a situaciones de olla.

Esa olla puede causar, y de hecho así sucede, situaciones de infelicidad, estrés, divorcios y hasta suicidios. Entonces podemos ver que, aunque nos riamos de esto, no debemos menospreciar el impacto que puede tener en nuestras vidas y las de los que nos rodean el caer en la olla.

En estos cursos César Perelló ha encontrado un común denominador en los participantes: la mayoría de ellos no tienen conciencia de sus finanzas personales aún cuando asombrosamente estemos hablando de profesionales de la administración o de la contabilidad.

Entonces es fácil concluir cuál es la razón de que muchos de ellos estén en la olla o acercándose peligrosamente a ella. Sencillamente no se puede esperar que el dinero alcance para cubrir nuestros gastos si no se sabe a dónde esta yendo a parar el cheque de la quincena. ¿Sabemos cuáles pagos realizar y cuáles posponer? ¿Cuál es la porción de nuestros ingresos que estamos dedicando a cosas necesarias? ¿Cuánto estamos pagando de interés mensual por nuestras deudas?

De los participantes en sus seminarios, menos del cinco por ciento dijo haber tenido un presupuesto para manejar sus gastos y, de ellos, muchos aceptan haber dejado de lado el presupuesto al poco tiempo de comenzarlo. Además, todos tenían una idea clara de lo que querían en sus vidas pero muy pocos de ellos se habían planteado como meta conseguirlo.

Aún cuando muchas personas tienen ingresos que sólo le permiten cubrir sus necesidades básicas, éste no es el principal problema por el cual la gente suele caer en la olla. Regularmente, las personas con pocos ingresos tienden limitarse a cubrir sus gastos básicos y aprenden a vivir con ellos, especialmente cuando su preparación académica, si alguna, no les permite aspirar a mayores salarios dentro de sus empresas a través de, por ejemplo, una promoción.

En mis a señorías a personas con problemas financieros me he encontrado con cierta analogía. Hay personas que tienen sus finanzas saludables pero quieren evitar problemas.

Esas personas están siempre en la búsqueda por mejorar sus finanzas a través incluso de asistir a cursos y comprar software para manejarlas. El otro tipo de persona sabe que tiene problemas porque lo siente al pagar sus cuentas. A menudo se cruza (término que define cuando se acaba el dinero y todavía quedan pagos importante por realizar) al final de mes.

Y finalmente el tipo que no tiene salvación y cuyo diagnostico es “Olla Total de Carácter Cósmico”, es decir nada que hacer (mi hermano, no’ fuimo’ a pique). En el primer caso, la solución es simple: un poco de orientación y listo.

Después de todo eso es lo que buscan estas personas, que alguien les confirme que van por buen camino. Los casos de personas con problemas o “síntomas” ya requieren de algún sacrificio por parte del paciente para lograr evitar que las cosas se compliquen.

La medicina será amarga pero, al final, si se lleva el tratamiento, los resultados siempre son favorables. Es importante recalcar algo que mucha gente ya sabe: La “Olla” es de carácter recidivante. Es decir, puede aparecer en cualquier momento si nos descuidamos. De hecho, los que hemos sufrido de “Olla” en algún momento y logramos salir de ella, reconocemos los síntomas que de vez en cuando suelen reaparecer.

Pues no se sale de la olla sin saldar las deudas, no se puede saldar deudas sin dinero y cuando se está en la olla es difícil que alguien nos provea del dinero.Diagnóstico La Olla no es un problema de gobiernos, mala suerte o un mal jefe, como mucha gente piensa. Aun cuando estos tres elementos pueden influir, y de hecho lo hacen, nuestra situación financiera es un problema de cada quien. Un problema muy personal y cuya solución también es personal. Una persona cuyas dificultades financieras lo lleven a la “Olla” difícilmente elimine la situación con el solo hecho de aumentar sus ingresos.

Es probable que durante un tiempo dicha persona experimente una mejoría en su situación financiera pero es casi seguro que, tarde o temprano, su estilo de vida lo vuelva a llevar a la “Lona” que es otra palabra sinónimo de “Olla” porque la condición original que lo llevó aesta situación permanece intacta: falta de planificación financiera y conciencia de su estilo de vida..

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