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Libro “Las Estrellas Orientales” cuenta como el béisbol cambió el pueblo dominicano de San Pedro de Macorís
“¿Qué tienen en común Rico Carty, Alfredo Griffin, Pedro Guerrero, George Bell, Julio Franco, Juan Samuel, Sammy Sosa, Alfonso Soriano, y Robinson Canó? Todos proceden de San Pedro de Macorís, la pequeña ciudad azucarera en la República Dominicana. ¿Una coincidencia? Difícilmente”. -National Public Radio-
Al final de la temporada de 2010, más de ochenta y seis hombres jóvenes de la empobrecida ciudad de San Pedro de Macorís jugaban en las Grandes Ligas, lo que significa que uno de cada seis dominicanos vinieron de los mismos equipos locales de los ingenios azucareros, y acudieron en masa a los Estados Unidos en busca de oportunidades, de riqueza, y de una vida mejor.
La obra “Las Estrellas Orientales” de Mark Kurlansky, es una crónica del racismo en el béisbol, de la necesidad de cambiar las costumbres sociales del deporte en la República Dominicana y en los Estados Unidos, así como también de las historias personales de los hombres que han buscado escapar de la pobreza jugando béisbol.
Solo para aquellos que lo logran, los millones de dólares que reciben de Grandes Ligas significan que no sólo ellos, sino todas sus familias se salvarán de las dificultades de la pobreza. Los pocos que alcanzan este éxito constituyen un ejemplo que deslumbra a los vecinos que se quedan en casa. Pero para la mayoría el sueño no es más que una ilusión.
El autor atribuye –en el libro- la presencia estadounidense en el Caribe el beneficio “imprevisto” de haber desarrollado el béisbol en toda el área. Especialmente en República Dominicana, «tal parecía que el béisbol era lo único bueno que podía recibir un pequeño país latinoamericano al ser invadido por Estados Unidos«, escribe.
Pero también no escapan, los problemas que se ha producido a raíz del éxito económico de los jugadores macorisanos, como son: matrimonios falsos, sobornos, falsificaciones de partidas de nacimiento.
“Este es un clásico de Kurlansky: erudito, impredecible, compasivo, y se lee
compulsivamente. Una reveladora meditación sobre el deporte, la nación, y también sobre el mundo”. -Junot Díaz, autor de «La breve y maravillosa vida de Oscar Wao»
“Una gran historia de múltiples facetas de la isla y la cultura que les han creado a muchos niños y jóvenes una necesidad desesperada de “lograrlo” de oportunidades perdidas y éxitos agridulces, una lucha por la identidad que aún no ha terminado”.—Julia Alvarez, autora de «De cómo las muchachas García perdieron el acento»
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